Fallecimiento de Carmen Loréfice, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora

Con profundo pesar, se informa el fallecimiento de Carmen Loréfice, destacada integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Loréfice falleció este lunes en Mar del Plata, a la avanzada edad de 99 años. La noticia fue confirmada por la agrupación Hijos Lanús, generando una ola de consternación en la comunidad de derechos humanos.

Los restos de Loréfice serán velados este martes en una ceremonia íntima. Posteriormente, sus cenizas reposarán junto a las de su hijo, Enrique Jorge Aggio, quien fue víctima de desaparición forzada durante la dictadura militar en julio de 1976. La identificación de los restos de Aggio fue un hito significativo en la búsqueda de la verdad y la justicia, lograda en 2010 gracias al incansable trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Enrique Jorge Aggio, un analista de métodos y sistemas egresado de la UBA y delegado sindical, fue secuestrado en camino a su trabajo. Su desaparición se enmarca en la trágica Masacre de Fátima, un episodio de terrorismo de Estado que cobró la vida de treinta personas en agosto de 1976, a pocos meses del inicio del régimen dictatorial. La investigación de este crimen, así como la irregular desaparición de las fichas dactiloscópicas de las víctimas, enfrentaron obstáculos y demoras, dejando una herida abierta en la memoria colectiva.

A pesar del inmenso dolor por la pérdida de su hijo, Carmen Loréfice se mantuvo firme en su lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Dedicó gran parte de su vida a compartir su testimonio en escuelas, barrios y ciudades, transmitiendo a las nuevas generaciones la importancia de conocer y recordar los horrores del pasado para evitar que se repitan. En sus propias palabras, Loréfice expresó que, a pesar de todo el sufrimiento, nunca perdió la capacidad de recibir el amor de la gente, un amor que la fortaleció en su incansable búsqueda.

La recuperación de los restos de su hijo significó un importante paso en su proceso de duelo. Tras más de tres décadas de búsqueda, los restos de Enrique fueron encontrados en Pilar por el EAAF. Loréfice pudo finalmente darle un último adiós, cremando sus restos y guardándolos en su casa, como siempre había deseado. Sin embargo, este reencuentro no significó el fin de su lucha, sino una nueva etapa en su compromiso con la memoria y la justicia.

El legado de Carmen Loréfice, Madre de Plaza de Mayo, perdurará como un ejemplo de valentía, perseverancia y amor incondicional. Su incansable búsqueda de la verdad y la justicia la convierte en un referente indispensable en la lucha por los derechos humanos en Argentina.