Una emblemática empresa láctea, Lácteos Verónica, se enfrenta a una severa crisis financiera que pone en riesgo la estabilidad laboral de sus 700 empleados. La compañía, con tres plantas productoras ubicadas en la provincia de Santa Fe (Totoras, Lehmann y Suardi), adeuda los salarios a su personal, generando una paralización de la producción desde hace aproximadamente quince días.
La situación ha escalado hasta el punto en que los trabajadores, representados por sus sindicatos, han tomado medidas ante el incumplimiento del pago íntegro de sus salarios y la retención indebida de aportes sociales. Lácteos Verónica, conocida por su amplia gama de productos que incluyen leche envasada, leche en polvo, quesos, cremas y dulces, enfrenta un panorama sombrío.
Según fuentes cercanas a la situación, la empresa solo ha podido cubrir un 30% de los salarios correspondientes al mes en curso. Además, datos del Banco Central revelan que Lácteos Verónica acumula un total de 107 cheques rechazados en lo que va del año, ascendiendo a una suma de 344.5 millones de pesos.
A la deuda salarial se suma la retención de aportes a la seguridad social, obra social y hasta cuotas alimentarias, generando un profundo malestar y desesperación entre los trabajadores. La producción, que llegó a alcanzar un millón de litros de leche diarios, ha disminuido drásticamente a 200 mil litros en los últimos tres años, evidenciando la gravedad de la crisis.
Un delegado de la planta de Clason relató la angustiante situación: “Hace años que venimos atravesando una situación difícil… Nos pedían desdoblamiento de sueldos, pago en cuotas, y accedíamos con la promesa de que se iban a financiar, pero esto se fue agravando. Retenían los aportes a la obra social, prepagas, hasta las cuotas alimentarias”.
La falta de predisposición por parte de la dirección de la empresa ha sido criticada. Los trabajadores se muestran abiertos a negociaciones y han manifestado su sentido de pertenencia a Lácteos Verónica, una empresa con más de 100 años de historia en la región. Sin embargo, la respuesta recibida por parte de los dueños, según testimonios, ha sido desalentadora. “Trabajen y cuando junte algo de plata les podré pagar”, fue la respuesta que recibieron los trabajadores, según el delegado.
La comunidad local también se ve afectada, ya que muchas familias dependen directa o indirectamente de la actividad de la empresa. La incertidumbre sobre el futuro de Lácteos Verónica genera gran preocupación en la región.