La ciudad de Tres Arroyos, Argentina, se encuentra sumida en la consternación tras un devastador suceso: un triple homicidio seguido de suicidio. El perpetrador, Fernando Del Archiprete, de 40 años, había estado recibiendo asistencia de profesionales de la salud mental, según confirmó la fiscal a cargo de la investigación, Natalia Ramos.
La fiscal Ramos, representante del Ministerio Público Fiscal, reveló que Del Archiprete había interrumpido su tratamiento psiquiátrico días antes de cometer los crímenes. A pesar de la magnitud de la tragedia, las investigaciones iniciales no han revelado indicios de violencia de género en la relación de la pareja. “No tenemos información que indique que había algún conflicto”, declaró Ramos.
Cronología de los Hechos
La fiscal detalló la secuencia de eventos que culminaron con el suicidio de Del Archiprete en la ruta 228. Tras asesinar a su esposa, Rocío Villareal, de 36 años, en su domicilio en Tres Arroyos, y a sus dos hijos de 8 y 4 años, el hombre se dirigió a la carretera donde se quitó la vida.
“Nos enteramos al revés de cómo sucedieron los hechos”, explicó Ramos. Inicialmente, las autoridades fueron alertadas sobre un accidente vial en San Cayetano. Al dirigirse al domicilio de Del Archiprete en Tres Arroyos, encontraron el cuerpo sin vida de su esposa, quien presentaba una herida en el cuello.
La escena en la vivienda familiar no reveló nada fuera de lo común, según la fiscal: “Era un domicilio familiar común, con una pareja que vivía con sus dos nenes”.
Reacciones de la Comunidad
Familiares y vecinos expresaron su sorpresa e incredulidad ante la tragedia. “No había denuncias penales previas y realmente los familiares se sorprendieron con la situación al igual que a los vecinos”, afirmó la fiscal Ramos.
La confirmación de que Del Archiprete estaba bajo asistencia de salud mental ha añadido una nueva capa de complejidad a la investigación. La fiscalía ha convocado a psiquiatras y psicólogos para analizar el historial clínico del individuo y comprender mejor su estado mental.
Del Archiprete trabajaba como transportista y había adquirido un camión propio tras dejar su empleo en una maltería local. Se especula que interrumpió su tratamiento debido a los efectos secundarios de la medicación, que le provocaban somnolencia y representaban un riesgo en su trabajo.
La fiscal concluyó destacando el impacto de la tragedia en la comunidad: “Tres Arroyos es una ciudad chica y todos nos conocemos, la comunidad está absolutamente conmocionada por lo que sucedió, porque nadie esperaba una situación así”.