La historia de Pablo Di Raddo es un reflejo de la impunidad que a veces se siente en las calles. En septiembre del año pasado, Di Raddo fue víctima de un audaz robo en la intersección de Jujuy y Brown. Tres individuos, actuando como “motochorros”, lo despojaron de su valiosa bicicleta de competición. La promesa de la policía resonaba en sus oídos: “Lo vamos a llamar si aparece algo”. Sin embargo, esa llamada nunca llegó.
Recientemente, Di Raddo recibió una notificación que confirmaba sus peores temores: la causa había sido archivada por falta de pruebas. Este revés legal no solo significó la pérdida definitiva de su bicicleta Vairo 3.8 rodado 29, sino también una profunda decepción en el sistema judicial.
La Denuncia y la Falta de Seguimiento
Desde el momento en que presentó la denuncia, Di Raddo se sintió abandonado. Nadie se comunicó con él para informarle sobre el progreso de la investigación. Sus únicos avances se debían a sus propias visitas a la comisaría segunda y a los tribunales, donde intentaba obtener información sobre la búsqueda de su bicicleta y los responsables del robo. “Eso hasta estos días, que me llegó una cédula con el número de causa y la confirmación de que se archivaba la causa hasta tanto surjan nuevos elementos de prueba”, lamentó Di Raddo.
El Relato del Robo
Di Raddo recuerda con claridad el día del robo. Mientras se dirigía a su trabajo en bicicleta, una moto se detuvo bruscamente a su lado. Un golpe lo derribó al suelo, mientras los agresores lo amenazaban con quemarlo si se movía. En total, eran tres individuos en dos motos. Sin perder tiempo, tomaron la bicicleta y huyeron llevándola al hombro, en dirección a la plaza y luego hacia Juan B. Justo.
La audacia del robo es sorprendente. Di Raddo se pregunta cómo nadie notó a dos personas circulando en moto con una bicicleta al hombro, en pleno día y en una zona transitada. Esta falta de atención, o quizás indiferencia, contribuyó a que los ladrones escaparan sin ser detectados.
Una Bicicleta con Características Únicas
La bicicleta robada no era un modelo común. Poseía componentes de competición y una horquilla modificada, lo que la hacía fácilmente identificable. Además, Di Raddo era conocido en los círculos de ciclismo por los videos que subía a su canal de YouTube, donde mostraba su bicicleta y sus entrenamientos. Esta notoriedad, paradójicamente, no ayudó a su recuperación.
La Falta de Seguro y el Arrepentimiento
En el momento del robo, Di Raddo no tenía seguro para su bicicleta. Debido a la necesidad de reducir gastos, había optado por cancelar la póliza, ya que no estaba realizando rutas largas en carretera. Nunca imaginó que sería víctima de un robo a plena luz del día en la ciudad. “En el momento que me la robaron no tenía seguro porque tuve que reducir gastos y como no estaba saliendo a hacer fondo en la ruta lo que menos me iba a imaginar que acá en plena ciudad me lo iban a robar”, explicó.
El Archivo de la Causa y la Impunidad
Di Raddo lamenta que no se haya realizado una búsqueda exhaustiva de su bicicleta en el momento del robo. Considera que esta falta de acción permitió que la bicicleta desapareciera sin dejar rastro. La causa, que se tramitó en la Oficina de Determinación de Autores (ODA), quedó formalmente archivada, sellando así la impunidad de los responsables.
La historia de Pablo Di Raddo es un recordatorio de la vulnerabilidad que enfrentan los ciudadanos ante la delincuencia y la frustración que genera la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades. Un caso más que se suma a la larga lista de robos impunes en la ciudad.