El reciente y trágico fallecimiento de un niño de dos años en Playa Serena ha encendido una intensa controversia política, centrada en la calidad de la atención médica proporcionada en el Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) local. La desafortunada muerte del menor, ocurrida tras caer en un pozo ciego en su domicilio, ha provocado un duro cruce de acusaciones entre concejales de la oposición y el oficialismo.
La concejala opositora Eva Ayala, perteneciente a Acción Marplatense, ha responsabilizado directamente al gobierno municipal por presuntas deficiencias en el servicio de salud del CAPS. Según Ayala, la falta de una guardia médica las 24 horas en el centro fue un factor determinante en el fatal desenlace. “Llegó al centro de atención primaria del barrio con signos vitales mínimos. No había médico. Porque el Municipio no garantiza guardias médicas las 24 horas”, declaró la concejala en una publicación realizada poco después de conocerse la noticia.
Ayala también denunció lo que considera un “desmantelamiento del sistema de salud municipal” bajo la administración de Guillermo Montenegro, citando el cierre de centros de salud, la ausencia de médicos en las guardias y la demora en la llegada de ambulancias a situaciones de emergencia. En este contexto, la concejala solicitó formalmente la comparecencia de la secretaria de Salud, Viviana Bernabei, ante el Concejo Deliberante. El objetivo es que Bernabei ofrezca un informe detallado y documentado sobre estos incidentes, explicando por qué, según Ayala, no se está garantizando el derecho a la salud en los barrios.
La respuesta del oficialismo no se hizo esperar. El concejal Guillermo Volponi, del Pro, salió al cruce de las acusaciones de Ayala, calificándolas de oportunistas y desmintiendo sus afirmaciones. “Frente a versiones que intentan transformar una tragedia en bandera política, es importante aclarar que el servicio de salud actuó como correspondía: había médico, se activó el SAME y la ambulancia respondió”, aseguró Volponi. El concejal oficialista enfatizó que, a pesar de los esfuerzos realizados, el desenlace fatal fue inevitable en este caso.
Volponi añadió: “A veces, lamentablemente, ni los recursos ni la rapidez alcanzan para evitar un desenlace doloroso. La sensibilidad y el respeto deberían estar por encima del oportunismo”. El concejal instó a la oposición a actuar con mayor prudencia y respeto ante una situación tan delicada.
Agustín Neme, titular del bloque Pro, también se sumó a la defensa de la gestión municipal, proporcionando detalles sobre la atención brindada al menor. Según Neme, tanto el CAPS como el SAME actuaron diligentemente, con personal médico y de enfermería trabajando en conjunto para intentar salvar la vida del niño. “En el Caps estaban médico y enfermeras que trabajaron sobre la situación. En el SAME, también médico y enfermero, que trasladan al chiquito en código rojo al Materno realizando los trabajos médicos. Todo se encuentra en el HIS y en la historia clínica del SAME. En la guardia del materno trabajaron en conjunto la dotación nuestra del SAME más el equipo del materno”, detalló Neme.
Neme criticó duramente a Ayala por, según él, “mentir una vez más usando la muerte de un chiquito y el dolor de toda una familia”. El concejal consideró inaceptable la utilización política de una tragedia de esta magnitud. En términos similares se expresó Cristian Beneito, también concejal del Pro, quien calificó a Ayala de “carancho” y la acusó de hacer proselitismo con un tema tan delicado.
La controversia generada por este trágico suceso pone de manifiesto las tensiones políticas existentes en torno a la gestión del sistema de salud municipal. El debate sobre la calidad de la atención médica en los barrios y la disponibilidad de recursos sanitarios se intensifica a raíz de este lamentable incidente, generando un clima de confrontación entre los diferentes actores políticos de la ciudad.