En un giro escalofriante de los acontecimientos, Gianluca Puig, el joven remisero de 24 años involucrado en el fatal incidente ocurrido durante una caravana de motos en la intersección de Fortunato De la Plaza y Talcahuano, ha ampliado su declaración testimonial. En medio del caos y la confusión que reinaron esa noche, Puig, quien conducía un Chevrolet Corsa, afirma haber sido víctima de un intento de homicidio: le gatillaron un arma, afortunadamente sin éxito.
Acompañado por su abogada, perteneciente al Centro de Asistencia a la Víctima, Puig ha insistido en su inocencia. Reitera que circulaba por su carril de manera correcta, sin exceder los límites de velocidad, y que se encontraba en pleno uso de sus facultades, con toda la documentación del vehículo en regla.
“Al divisar la multitud de motos, instintivamente reduje la velocidad, apenas tocando el freno, y comencé a desplazarme suavemente hacia la derecha. Ni siquiera tuve tiempo de activar la señal de giro, ya que mi intención era girar en Talcahuano para evitar la caravana, consciente de los incidentes que suelen ocurrir en estas situaciones”, relató Puig al salir de la fiscalía de Delitos Culposos.
El relato de Puig se torna aún más dramático al describir el momento del impacto. “El coche perdió el control debido a la colisión con la primera moto, que provocó la rotura del eje. El airbag se activó violentamente, dejándome inconsciente. En ningún momento tuve el control de la situación, por lo tanto, no soy culpable de lo sucedido”, enfatizó.
Las agresiones físicas que sufrió, capturadas en video, son otro elemento perturbador de esta historia. Puig recuerda haber sido golpeado con puños y patadas, e incluso pisoteado. “Me golpearon brutalmente, literalmente. Sé que algunos portaban armas de fuego, y cuando me dispararon, escuché el sonido del gatillo, pero afortunadamente la bala no salió, ya que me encontraba relativamente cerca”, añadió con visible conmoción.
“Soy consciente de que si no me hubiera despertado tras la activación del airbag, si hubiera perdido el conocimiento en alguno de los momentos en que me golpearon y agredieron, no estaría aquí hoy. Corrí por mi vida, porque estaba convencido de que me iban a matar. Y ahora, sigo recibiendo amenazas porque la gente me considera el culpable del accidente”, lamentó Puig.
El joven remisero atribuye la responsabilidad del trágico suceso a un conductor imprudente que circulaba en sentido contrario. “Por culpa de un individuo que conducía en contramano, sin prestar atención a la carretera, he tenido que pagar yo. Y también ha pagado el joven fallecido, lo cual lamento profundamente por su familia. La irresponsabilidad de esta persona, que parece no ser consciente de sus actos y cuya identidad aún se desconoce, ha costado la vida de un chico”, expresó con pesar.
Puig también lamenta que el joven fallecido no contara con la licencia de conducir correspondiente. “Aún no se ha identificado al responsable inicial, pero considero que el único culpable de todo esto es, sin duda, el primero que colisionó con mi coche, provocando la rotura del eje”, concluyó.