La comunidad de Esteban Echeverría se vio sacudida por un acto de violencia inusitada contra una jubilada de 74 años. Nélida Ester Barriacchia, la víctima, fue brutalmente atacada en su propio hogar por una mujer que, junto con un cómplice, simuló necesitar ayuda para ingresar a la vivienda.
El incidente, que ha generado una ola de indignación, tuvo lugar cuando dos individuos, aparentando ser una pareja y con la mujer simulando un embarazo, tocaron el timbre de la casa de Nélida. Conmovida por la supuesta situación de vulnerabilidad, Nélida abrió la puerta, sin sospechar las verdaderas intenciones de los visitantes.
Una vez dentro, la mujer atacó a Nélida por la espalda, iniciando un violento forcejeo. Las cámaras de seguridad instaladas en la propiedad captaron el horroroso momento en que la agresora y su cómplice sometieron a la indefensa jubilada a golpes y maltratos, mientras la víctima desesperadamente gritaba pidiendo auxilio.
Tras reducir a Nélida, los delincuentes la arrastraron a una habitación, donde le exigieron la entrega de dinero y objetos de valor. Ante la persistencia de los gritos de la víctima, y temiendo ser descubiertos por los vecinos, los asaltantes optaron por huir del lugar sin completar el robo.
La difusión del video de seguridad, que mostraba claramente el rostro de la agresora, resultó crucial para la identificación y posterior detención de la responsable. Gracias a estas imágenes, las autoridades lograron identificar a la principal sospechosa como Susana Miguel, una mujer de 55 años conocida por sus antecedentes en delitos similares.
Recientemente, Susana Miguel fue aprehendida en la Ciudad de Buenos Aires. Al momento de su detención, la imputación fue por “robo bajo la modalidad cuento del tío en tentativa, agravado, y lesiones leves”. Este arresto representa un importante avance en la búsqueda de justicia para Nélida y un mensaje contundente contra la impunidad de este tipo de crímenes.
Este lamentable suceso pone de manifiesto la vulnerabilidad de los adultos mayores ante la delincuencia y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y prevención en los barrios. La solidaridad vecinal y la denuncia de actividades sospechosas son herramientas fundamentales para proteger a los más débiles y evitar que hechos como este se repitan.
La investigación continúa en curso para determinar la identidad y el paradero del cómplice de Susana Miguel, así como para esclarecer todos los detalles del ataque y asegurar que los responsables enfrenten todo el peso de la ley.