En un relato que evoca el espíritu de los buenos samaritanos, una pareja de Mar del Plata se ha convertido en el centro de una búsqueda conmovedora. Tras presenciar el robo de una bicicleta, no dudaron en actuar, recuperándola después de una breve persecución. Ahora, su misión es encontrar al legítimo propietario para devolverle su medio de transporte.
La historia se desarrolló alrededor de las 20:30 del pasado miércoles en la intersección de las calles Italia y Rodríguez Peña. La pareja, viajando en su Citroën Berlingo, fue testigo de un acto delictivo: un grupo de entre cinco y seis individuos, desplazándose en tres motocicletas, interceptaron a un joven y le arrebataron su bicicleta. La víctima, visiblemente asustada, huyó del lugar inmediatamente después del robo.
Águeda, una de las personas involucradas en este acto de valentía, relató los hechos: “En medio de la calle le sacaron la bicicleta y él salió corriendo hacia Jara. Nosotros decidimos seguir a los delincuentes, que tomaron por Peña. Al darse cuenta de que los estábamos persiguiendo, tiraron la bicicleta a las pocas cuadras”.
La pareja no dudó. Se detuvieron, recogieron la bicicleta y regresaron al lugar donde había ocurrido el robo. Allí encontraron a una joven que esperaba a su hermano, quien había ido en busca del dueño de la bicicleta, aunque sin éxito. Junto a la bicicleta, encontraron una visera, cuya pertenencia al dueño de la bicicleta o a uno de los ladrones es desconocida.
A pesar de sus esfuerzos por encontrar a la víctima en la zona, la pareja no logró dar con él. Águeda recuerda que el joven parecía trabajar en una carnicería o un establecimiento similar, ya que vestía ropa blanca.
Con la esperanza de que su mensaje llegue al destinatario correcto, la pareja está difundiendo la noticia de que tienen la bicicleta en su poder. Si fuiste víctima de un robo de bicicleta en la zona de Italia y Rodríguez Peña, esta pareja de justicieros urbanos podría tener tu preciado vehículo.
Este acto de bondad en medio de la inseguridad sirve como un recordatorio de que la empatía y la solidaridad aún existen en nuestra sociedad. La pareja espera ansiosamente poder reunirse con el dueño de la bicicleta y devolverle la tranquilidad que le fue arrebatada.
Si reconoces la descripción de la bicicleta robada, o conoces a alguien que haya sido víctima de un robo similar en la zona mencionada, no dudes en contactar a las autoridades locales o a los medios de comunicación para facilitar el reencuentro entre la bicicleta y su legítimo propietario. Un pequeño acto de colaboración puede marcar una gran diferencia.