Un suceso inusual ha sacudido la tranquilidad de la provincia de Salta, donde una joven de 17 años se presentó ante las autoridades para denunciar la presunta desaparición de su hija de tan solo tres años. Lo que inicialmente parecía un caso angustiante de búsqueda infantil, rápidamente se transformó en una investigación sobre un posible engaño, colocando a la adolescente y su círculo familiar bajo el escrutinio de la justicia.
El desencadenante de esta historia tuvo lugar la noche del pasado miércoles, cuando la joven madre acudió a la comisaría local en La Merced. Con visible angustia, relató que su pequeña hija había desaparecido misteriosamente después de compartir juntas la merienda. Ante la gravedad de la situación, las fuerzas de seguridad activaron de inmediato el protocolo de búsqueda de personas desaparecidas, movilizando recursos y personal para dar con el paradero de la niña.
Afortunadamente, la búsqueda no se prolongó demasiado. Apenas dos horas después de la denuncia, la menor fue encontrada sana y salva en la residencia de una familia cercana a la madre. Este hallazgo, lejos de traer alivio total, sembró las primeras dudas sobre la veracidad del relato inicial de la joven. Las sospechas se intensificaron cuando otro miembro de la familia, quien cuidaba ocasionalmente a la niña, reveló una versión muy diferente de los hechos.
Según esta nueva declaración, la propia madre habría dejado a su hija al cuidado de esta familia con la intención de que se hicieran cargo de su crianza. Esta revelación inesperada desconcertó a los investigadores y provocó una rápida intervención de la Fiscalía de Menores, quienes tomaron cartas en el asunto para esclarecer la situación y proteger los derechos de la menor.
Tras una evaluación exhaustiva de las circunstancias, la Justicia determinó que la niña debía quedar bajo la custodia de su padre biológico, al menos de forma temporal, mientras se lleva a cabo una investigación más profunda para determinar la verdad detrás de esta confusa historia. A pesar de las especulaciones iniciales, los investigadores han descartado la hipótesis de que haya existido algún tipo de transacción económica o intercambio de dinero relacionado con la entrega de la niña.
Sin embargo, persiste la interrogante sobre los motivos que llevaron a la joven madre a denunciar una desaparición que, en realidad, nunca ocurrió. Las autoridades están trabajando para determinar por qué la acusada habría recurrido a la falsedad al presentar su denuncia. Una de las teorías que se barajan, según fuentes locales, sugiere que la adolescente, tras dejar a su hija al cuidado de la familia conocida, podría haberse arrepentido de su decisión y, al no saber cómo revertir la situación, optó por acudir a la policía con una versión distorsionada de los hechos.
Este caso pone de manifiesto la complejidad de las dinámicas familiares y la vulnerabilidad de los menores en situaciones de conflicto. La investigación continúa en curso, y se espera que en los próximos días se puedan esclarecer los motivos detrás de la falsa denuncia y determinar las responsabilidades correspondientes. Mientras tanto, la prioridad sigue siendo garantizar el bienestar y la protección de la niña, asegurando que reciba el cuidado y el apoyo que necesita para desarrollarse de manera saludable.