La búsqueda de justicia para Ezequiel Mansilla, víctima de un trágico suceso, ha llegado a un punto crucial. El fiscal Germán Vera Tapia, tras una exhaustiva investigación y la presentación de pruebas contundentes durante las cuatro audiencias del juicio, ha solicitado penas significativas para los acusados del homicidio de Mansilla. Se espera que el veredicto y la sentencia sean dictados el próximo martes 8 de julio, marcando un hito en este caso que ha conmocionado a la comunidad.
Después de escuchar el testimonio final de un testigo clave, cuya comparecencia se había postergado, la fiscalía ha solicitado formalmente al Tribunal Oral en lo Criminal N°4 la imposición de una pena de 25 años de prisión para William Pérez y de 20 años para Lucas Paliza. Estas penas se fundamentan en el cargo de homicidio de Ezequiel Mansilla, agravado por cuatro tentativas de homicidio que también se les imputan.
La disparidad en la extensión de las penas solicitadas refleja una evaluación detallada de las circunstancias individuales de cada acusado. Se han considerado tanto los atenuantes como los agravantes que concurren en sus casos. En particular, se ha señalado que Paliza sería el autor primario del delito, mientras que Pérez enfrenta la agravante de reincidencia, lo que justifica una pena mayor.
En contraposición a la postura de la fiscalía, la defensora oficial, Laura Solari, ha instado a los jueces Gustavo Fissore, Federico Cecchi y Roberto Falcone a dictar la absolución de ambos imputados. Solari argumenta que no se ha logrado demostrar de manera fehaciente la autoría de Pérez y Paliza en el ataque que resultó en la muerte de Mansilla. La defensa busca sembrar dudas razonables en el tribunal, argumentando que la evidencia presentada no es suficiente para establecer la culpabilidad de sus defendidos más allá de toda duda.
Los Hechos Detallados
La investigación llevada a cabo por la Unidad Funcional de Instrucción N°4 ha reconstruido los eventos que culminaron en la trágica muerte de Ezequiel Mansilla. Se ha establecido que, en la tarde del 3 de abril de 2023, Pérez y Paliza se presentaron en las inmediaciones de las calles William Morris y Bestoso. Allí, uno de ellos, portando un arma de fuego, perpetró el robo de una motocicleta Honda Tornado perteneciente a Nicolás Giménez. Durante su huida, los asaltantes realizaron al menos un disparo intimidatorio.
En un intento por recuperar el vehículo robado, un grupo de personas, integrado por Elías Ramírez, Oscar González, Nicolás Giménez, Tomás Galván y la propia víctima, Ezequiel Mansilla, se movilizó a bordo de un automóvil Peugeot 308.
La persecución por parte de los imputados no tardó en producirse. En la zona de Mario Bravo, entre Florencio Sánchez y Juana Manso, Pérez y Paliza abrieron fuego contra el vehículo en el que se desplazaba Mansilla y sus acompañantes. Los múltiples disparos alcanzaron a Mansilla, causándole una hemorragia intracraneal que resultó fatal.
Si bien las primeras investigaciones condujeron a la detención de dos individuos que posteriormente fueron exonerados por la Justicia de Garantías al comprobarse su falta de vinculación con el hecho, el avance de la investigación permitió a la entonces fiscal Andrea Gómez solicitar, cuatro meses después del crimen, que se juzgara a Pérez y Paliza.
William Pérez fue aprehendido en menos de una semana por personal de la DDI, tras la realización de allanamientos en dos domicilios ubicados en Piñacal al 9900 y Fitte al 3000. Paliza, por su parte, permaneció prófugo hasta el 8 de junio de 2023, cuando fue capturado en Lanús tras una persecución policial en la que se produjo un intercambio de disparos.