El Viaje Inesperado de Jorge: De Cautiverio a la Libertad, Narrado por National Geographic

La odisea de Jorge, una tortuga boba de aproximadamente 60 años, ha capturado la atención mundial, llegando incluso a las páginas de la prestigiosa revista National Geographic. Su historia, marcada por décadas de cautiverio y una posterior rehabilitación exitosa, es un testimonio de la resiliencia animal y el compromiso de los conservacionistas.

Jorge pasó 41 años de su vida en cautiverio, tras ser rescatado en 1984 al quedar atrapado en una red de pesca en la Bahía Blanca. Encontrado aturdido y con lesiones, fue trasladado a una piscina de agua salada en Mendoza, a cientos de kilómetros del océano. Durante este tiempo, su dieta consistía en huevos duros y carne de res, una alimentación muy alejada de sus hábitos naturales.

Lo que hace a Jorge un caso excepcional es su capacidad de readaptarse a su hábitat natural después de un período tan prolongado de encierro. National Geographic destaca que Jorge, con sus 100 kilogramos, es un ejemplo único de un animal que, a pesar de pasar la mayor parte de su vida en cautiverio, logró recuperar sus instintos y reintegrarse a la vida marina.

El punto de inflexión en la vida de Jorge llegó cuando fue trasladado al Aquarium de Mar del Plata. Allí, un equipo de expertos se dedicó a revertir los efectos del cautiverio y prepararlo para su eventual liberación. Este proceso de rehabilitación fue gradual y meticuloso. Primero, se readaptó al agua salada, un entorno que había olvidado. Luego, su dieta fue modificada progresivamente, reemplazando los alimentos procesados por cangrejos y caracoles vivos, emulando su alimentación natural.

Además, se incrementó gradualmente el tamaño de su piscina, hasta alcanzar los 150.000 litros de agua y 3 metros de profundidad. Este cambio le permitió recuperar la capacidad de nadar y salir a la superficie para respirar, habilidades esenciales para su supervivencia en el océano.

El Instituto de Investigaciones Marítimas y Costeras jugó un papel crucial en el monitoreo de Jorge durante su proceso de readaptación. Gracias a su dedicación y experiencia, Jorge pudo recuperar el instinto de caza que había perdido durante sus años en cautiverio.

Finalmente, Jorge fue liberado en la costa marplatense, marcando el inicio de una nueva etapa en su vida. Equipado con un rastreador satelital, se pudo seguir su viaje hacia las cálidas aguas de Praia do Forte, en el norte de Brasil, un destino que se cree fue su hogar original.

La historia de Jorge es un faro de esperanza para la conservación marina. Demuestra que, incluso después de años de cautiverio, los animales pueden recuperar sus instintos naturales y reintegrarse a sus ecosistemas. Su viaje es un recordatorio de la importancia de proteger la vida marina y de la dedicación de los profesionales que trabajan incansablemente para lograrlo. Ahora, Jorge nada libremente, un símbolo de resiliencia y la posibilidad de redención.