La discusión en torno a la denominada ‘Zona Fría’ y sus implicaciones económicas y sociales para ciudades como Mar del Plata ha resurgido con fuerza. La concejal María Eva Ayala, representante del partido Acción Marplatense, ha levantado la voz en el Honorable Concejo Deliberante, presentando un proyecto de resolución que busca expresar el profundo desacuerdo ante cualquier intento de eliminación o modificación sustancial de los beneficios asociados a esta categorización.
La ‘Zona Fría’ no es simplemente una denominación geográfica; representa un reconocimiento de las particularidades climáticas que afectan a ciertas regiones de Argentina. En el caso específico de Mar del Plata, las bajas temperaturas invernales y la prolongada temporada de frío implican un mayor consumo energético, principalmente en calefacción. Este mayor consumo se traduce, inevitablemente, en costos más elevados para los hogares y las empresas.
El proyecto de resolución presentado por Ayala argumenta que eliminar o debilitar los beneficios tarifarios que actualmente se aplican a la ‘Zona Fría’ constituiría un severo golpe para la economía local. Las familias, ya afectadas por la inflación y la crisis económica, se verían obligadas a destinar una porción aún mayor de sus ingresos al pago de las facturas de gas y electricidad. Esto, a su vez, podría impactar negativamente en el consumo general y en la actividad comercial.
Más allá del impacto económico directo, la concejal Ayala subraya las implicaciones sociales de esta medida. Argumenta que el acceso a la calefacción no es un lujo, sino una necesidad básica, especialmente para los sectores más vulnerables de la población. Eliminar la ‘Zona Fría’ podría poner en riesgo la salud y el bienestar de niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias, quienes son particularmente sensibles a las bajas temperaturas.
La defensa de la ‘Zona Fría’ en Mar del Plata no es un tema nuevo. A lo largo de los años, diferentes actores políticos y sociales han manifestado su preocupación por la posibilidad de perder estos beneficios, que consideran fundamentales para garantizar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. La postura de Ayala se alinea con esta tradición de defensa de los intereses locales.
El debate sobre la ‘Zona Fría’ plantea interrogantes importantes sobre la equidad en la distribución de los recursos y la necesidad de tener en cuenta las particularidades regionales al momento de diseñar políticas energéticas. ¿Es justo que ciudades con climas más adversos paguen las mismas tarifas que aquellas con climas más benignos? ¿Qué medidas se pueden tomar para garantizar el acceso a la energía a precios accesibles para todos los ciudadanos, independientemente de su lugar de residencia?
La resolución presentada por Ayala busca generar un amplio consenso en el Concejo Deliberante para enviar un mensaje claro a las autoridades nacionales: Mar del Plata no está dispuesta a renunciar a los beneficios de la ‘Zona Fría’. La ciudad, que ya enfrenta numerosos desafíos económicos y sociales, no puede permitirse un nuevo golpe que afecte a sus habitantes y a su desarrollo.
En definitiva, la discusión sobre la ‘Zona Fría’ trasciende lo meramente tarifario. Se trata de un debate sobre la justicia social, la equidad regional y la necesidad de construir un país más inclusivo, donde las particularidades de cada territorio sean tenidas en cuenta al momento de tomar decisiones que impactan en la vida de las personas.