En un encuentro vibrante y cargado de emociones, el Paris Saint-Germain (PSG) demostró su temple y calidad futbolística al vencer 2-0 al Bayern Múnich en los cuartos de final del Mundial de Clubes. Este triunfo crucial catapulta al equipo dirigido por Luis Enrique a las semifinales, donde se enfrentará al ganador del duelo entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund.
Los goles que sellaron la victoria parisina fueron obra de Désiré Doué y Ousmane Dembélé, dos delanteros que exhibieron su capacidad goleadora en un partido de alta exigencia. Sin embargo, el PSG tuvo que afrontar los últimos compases del encuentro con nueve jugadores en el campo, debido a las expulsiones de William Pacho y Lucas Hernández, quienes se perderán el crucial partido de semifinales.
Durante la primera mitad, ambos equipos desplegaron un juego dinámico y ofensivo, mostrando el talento individual de sus jugadores y la efectividad de sus estrategias de ataque. Las jugadas elaboradas y la velocidad en la transición generaron constantes situaciones de peligro en ambas áreas, manteniendo al público al borde de sus asientos.
En un momento de tensión máxima, el defensor central del Bayern, Dayot Upamecano, logró conectar un cabezazo certero que se coló en la portería defendida por Gianluigi Donnarumma. No obstante, la alegría bávara se vio truncada por la señalización de un fuera de juego, anulando el tanto y manteniendo la igualdad en el marcador.
Además del revés del gol anulado, el Bayern sufrió la baja sensible de Jamal Musiala, quien se lesionó tras un choque fortuito con el guardameta del PSG en la última jugada del primer tiempo. La ausencia de Musiala representó un golpe duro para las aspiraciones ofensivas del conjunto alemán.
En la segunda mitad, el PSG intensificó su presión ofensiva, buscando desequilibrar el marcador y asegurar su pase a las semifinales. El esfuerzo parisino se vio recompensado con dos goles que reflejaron su superioridad en el campo de juego.
En el minuto 33, Désiré Doué sorprendió a Manuel Neuer con un disparo potente y colocado desde dentro del área, abriendo el marcador y desatando la euforia en la afición parisina. El gol de Doué significó un golpe anímico para el Bayern, que se vio obligado a reaccionar para evitar la eliminación.
Poco después del gol, el PSG sufrió la expulsión de William Pacho, quien vio la tarjeta roja por una acción imprudente. La inferioridad numérica obligó al equipo francés a redoblar sus esfuerzos defensivos para mantener la ventaja en el marcador.
En los minutos finales, Lucas Hernández también fue expulsado tras propinar un codazo a un jugador del Bayern, dejando al PSG con nueve jugadores en el campo. A pesar de la adversidad, el equipo parisino no se rindió y logró defender su ventaja con uñas y dientes.
En el tiempo añadido, Ousmane Dembélé culminó una jugada colectiva con una definición precisa, sentenciando el partido y asegurando la clasificación del PSG a las semifinales del Mundial de Clubes. El gol de Dembélé fue el broche de oro a una actuación memorable del equipo parisino, que demostró su carácter y determinación en un partido de alta tensión.