En una jornada cargada de dolor y exigencia, familiares y amigos de Iara Nardelli, la adolescente de 16 años cuyos restos óseos fueron encontrados hace dos años en un descampado del barrio Virgen de Luján, se manifestaron frente a los Tribunales de Mar del Plata. Su objetivo: reclamar, una vez más, la reapertura del caso y una investigación exhaustiva que esclarezca las circunstancias de su muerte.
La madre de Iara, Mariela Quintanilla, ha sido la voz principal en esta búsqueda incansable de la verdad. En declaraciones a la prensa, dirigió duras críticas hacia la fiscal Florencia Salas, responsable de la causa, quien la archivó por segunda vez el pasado diciembre. Según Quintanilla, la fiscal sostiene la hipótesis de un suicidio seguido de la acción de animales carroñeros. “La fiscal dice que mi hija se suicidó y se la comieron los perros”, expresó con visible frustración. “Al día de la fecha, la causa está archivada dos veces por falta de pruebas, porque no se puede comprobar si fue suicidio o si hubo la intervención de un tercero”.
La controversia radica en la escasez de restos encontrados, según la familia. Mariela Quintanilla insiste en que la cantidad de material óseo hallado en la zona de Brandsen al 10.000 es insuficiente para determinar con certeza si Iara se quitó la vida o si fue víctima de un acto violento. La falta de claridad alimenta la incertidumbre y el dolor de quienes la amaban.
Las críticas también se extienden a Aldeas Infantiles, la institución donde Iara residía. La madre denuncia que la entidad se desentendió del caso y que nunca le devolvió las pertenencias de su hija. “Se lavaron las manos y nunca me dieron las pertenencias de mi hija. Las prendieron fuego y las regalaron”, afirmó Quintanilla, añadiendo una nueva capa de indignación a la ya compleja situación.
Mariela Quintanilla maneja una hipótesis distinta, basada en su conocimiento de la personalidad de Iara. Ella cree que su hija fue engañada y llevada contra su voluntad. “Se la llevaron engañada porque era una nena muy sumisa e inocente”, afirmó. Además, reveló que un estudio histopatológico realizado en el cerebro de Iara reveló rastros de cocaína. Si bien la madre descarta que su hija fuera consumidora, sugiere que pudo haber sido drogada. “Ella no consumía, se la deben haber dado”, conjeturó, abriendo interrogantes sobre posibles implicaciones de terceros.
Un Caso que Marcó a Mar del Plata y Miramar
La desaparición de Iara Nardelli, ocurrida el 30 de junio de 2023, generó una intensa búsqueda que abarcó tanto Mar del Plata como la vecina localidad de Miramar. Durante once angustiantes días, la comunidad se movilizó con la esperanza de encontrarla con vida.
El hallazgo, once días después, fue un golpe devastador. Un hombre que cuidaba caballos encontró un cráneo, una mandíbula y cuero cabelludo en un descampado de Brandsen al 10.000. Las pruebas de ADN confirmaron lo que todos temían: los restos pertenecían a Iara.
Junto a los restos óseos, se encontraron una campera, lentes recetados y un cuaderno con anotaciones, objetos personales que pertenecían a la adolescente. Estos elementos, hallados cerca de un árbol, se sumaron a la escena del crimen, agregando más interrogantes sobre lo que pudo haber sucedido.
Dos años después, la familia de Iara Nardelli sigue clamando por justicia. La reapertura del caso y una investigación exhaustiva son sus principales demandas. Buscan respuestas, buscan la verdad y buscan que la memoria de Iara sea honrada con el esclarecimiento de su trágico final.