La tranquilidad de varios barrios de Mar del Plata se ha visto interrumpida por una situación que preocupa y exaspera a sus residentes: la presencia recurrente de caballos sueltos. Vecinos del barrio López de Gomara, entre otros, han alzado su voz para denunciar la irresponsabilidad de un individuo que, según afirman, libera a estos animales para que pasten libremente en parques y veredas, generando potenciales riesgos y molestias.
La denuncia, que llegó a los oídos de este medio, revela un patrón preocupante. Según testimonios recogidos, el propietario de los equinos ignora las advertencias y quejas vecinales, mostrando una actitud negligente ante las posibles consecuencias de sus actos. “Se les avisa a los dueños y les entra por un oído y les sale por el otro”, lamenta una vecina, evidenciando la frustración ante la falta de respuesta.
El problema no se limita a López de Gomara. Residentes aseguran haber visto a los animales deambulando por zonas aledañas, como los alrededores de la Avenida Champagnat (frente al Carrefour y detrás del shopping Florida), ampliando el radio de afectación y el riesgo para la seguridad pública.
La principal preocupación reside en el peligro que representan estos animales sueltos, especialmente los potrillos. “Atan a los más grandes y los potrillos andan sueltos. Es un peligro, van a generar un accidente”, advierten los vecinos, temiendo un incidente vial o cualquier otro tipo de percance que involucre a los caballos y a los transeúntes o conductores.
Ante la inacción del propietario, los vecinos han optado por llevar la denuncia a las autoridades policiales, esperando que se tomen medidas para solucionar el problema y prevenir posibles accidentes. La esperanza es que la intervención policial logre disuadir al dueño de continuar con esta práctica irresponsable y garantizar la seguridad de la comunidad.
La situación plantea interrogantes sobre la regulación y el control de animales sueltos en zonas urbanas. Si bien la tenencia de caballos puede ser una actividad legítima, es fundamental que se realice de manera responsable, respetando las normas y garantizando la seguridad de los demás ciudadanos. La falta de control y la negligencia de algunos propietarios pueden convertir una actividad tradicional en un problema de convivencia y seguridad pública.
Este incidente sirve como un llamado de atención a las autoridades municipales para que refuercen los controles y apliquen las sanciones correspondientes a quienes incumplan las normativas. Asimismo, es necesario promover la conciencia ciudadana sobre la tenencia responsable de animales y la importancia de respetar el espacio público y la seguridad de todos.
La comunidad espera una pronta solución a este problema, que no solo afecta la tranquilidad de los barrios involucrados, sino que también pone en riesgo la integridad física de sus habitantes. La colaboración entre vecinos, autoridades y el propietario de los animales es fundamental para encontrar una solución que garantice la seguridad y el bienestar de todos.