La noche del lunes, un hombre alojado en un hotel ubicado en la calle Jujuy al 900, fue aprehendido por la policía tras una llamada al 911. La intervención policial se produjo debido a una deuda pendiente del individuo con el establecimiento.
Al llegar al hotel, los efectivos policiales, en colaboración con el personal del Gabinete Técnico Operativo de la Comisaría 1, realizaron una inspección en la habitación del sospechoso. El resultado de la revisión fue sorprendente: se incautó una considerable cantidad de objetos de dudosa procedencia.
Entre los elementos confiscados, se encontraba un arma de utilería, una tijera corta pernos, una cantidad de cocaína que ascendía a 18.38 gramos, una balanza digital de precisión, y diversos envoltorios utilizados para la distribución y fraccionamiento de sustancias estupefacientes. La presencia de estos elementos apuntaba a una posible actividad ilícita relacionada con el tráfico de drogas.
Pero la sorpresa no terminó ahí. Los agentes también descubrieron cuatro bicicletas Mountain Bike R 29, dos ruedas de bicicleta adicionales, prendas de vestir para niños que aún conservaban la etiqueta de la tienda Little Noah, nueve teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos, diez relojes de pulsera, una suma considerable de dinero en efectivo, una hidrolavadora, una valija llena de pertenencias, diversas alhajas, riñoneras y una variedad de zapatillas e indumentaria.
Según fuentes cercanas a la investigación, el individuo no pudo justificar la posesión ni la procedencia de ninguno de los objetos encontrados en su habitación. Ante la imposibilidad de acreditar la legítima propiedad de los bienes, la policía procedió al secuestro de la totalidad del botín.
El fiscal a cargo del caso, el Dr. Eduardo Layus, ordenó la intervención de la UFI Estupefacientes, dada la presencia de la cocaína y los elementos relacionados con su fraccionamiento. El imputado fue notificado de la formación de una causa en su contra por los delitos de encubrimiento reiterado e infracción a la ley 23737, la cual regula la tenencia y el tráfico de estupefacientes. Posteriormente, fue trasladado a la Unidad Penal N° 44 de Batán.
Una de las prioridades de la investigación es ahora identificar a los legítimos propietarios de los objetos recuperados. El Dr. Layus dispuso que se haga pública la información sobre los elementos secuestrados, con el objetivo de que las personas que hayan sido víctimas de robos o hurtos puedan reconocer sus pertenencias y recuperarlas. Para ello, se solicita a los damnificados que se pongan en contacto con la Comisaría Primera, donde podrán brindar detalles sobre los objetos robados y acreditar su propiedad.
La policía insta a cualquier persona que haya sufrido el robo de alguno de los elementos descritos a que se acerque a la dependencia policial con la documentación correspondiente que acredite la propiedad de los mismos. La colaboración de la comunidad es fundamental para esclarecer este caso y devolver los objetos a sus legítimos dueños.