Boca Juniors se encuentra en un momento de transición tras la decisión del presidente Juan Román Riquelme de disolver el Consejo de Fútbol. Esta reestructuración marca un punto de inflexión, abriendo interrogantes sobre la dirección que tomará el club en el futuro cercano.
La noticia, que circulaba en los pasillos del club, se confirmó oficialmente este miércoles. Mauricio Serna y Raúl Cascini, figuras clave del Consejo de Fútbol, han finalizado su vínculo con la institución. Ambos recibieron ofertas para desempeñar otras funciones dentro del club, pero optaron por rechazarlas, marcando así el fin de su etapa en la gestión futbolística.
“Chicho” Serna fue el primero en confirmar públicamente su desvinculación, expresando su agradecimiento al club y a la afición. Su salida, junto con la de Cascini, representa un cambio significativo en la estructura de toma de decisiones del club.
Marcelo Delgado, un hombre de confianza de Riquelme, permanecerá en la institución, aunque su rol se redefinirá. Delgado ha trabajado estrechamente con el presidente en la búsqueda de un nuevo mánager o secretario técnico, una figura crucial para liderar el proyecto futbolístico en esta nueva etapa.
La tarea principal del nuevo responsable será tomar las riendas del fútbol del club, aunque se espera que Delgado continúe brindando su apoyo y experiencia. La elección de esta figura es fundamental para el futuro deportivo de Boca Juniors.
Entre los nombres que suenan para ocupar el cargo, destaca el de José Pekerman, reconocido por su exitoso paso por las selecciones juveniles argentinas y su estrecha relación con Riquelme. Sin embargo, su llegada se considera una opción compleja. Un candidato más accesible sería Carlos Navarro Montoya, exarquero del club con experiencia como técnico y comentarista deportivo.
La designación del nuevo mánager o secretario técnico representa un paso crucial para Boca Juniors. La persona elegida deberá afrontar desafíos importantes, como la planificación de la pretemporada, la gestión de la plantilla, la identificación de nuevos talentos y la definición de una estrategia deportiva a largo plazo.
La afición xeneize espera con expectación el anuncio del nuevo líder deportivo, depositando su confianza en la capacidad de Riquelme para tomar la mejor decisión. La reestructuración del Consejo de Fútbol marca el inicio de una nueva era en Boca Juniors, con la esperanza de alcanzar nuevos éxitos deportivos y consolidar su posición como uno de los clubes más importantes de Sudamérica.
Este cambio de rumbo plantea interrogantes sobre el estilo de juego que buscará implementar el nuevo cuerpo técnico, las posibles incorporaciones y salidas de jugadores, y la estrategia general del club para competir a nivel local e internacional. La respuesta a estas preguntas se irá revelando en las próximas semanas, a medida que se defina la nueva estructura y se implementen los cambios necesarios.
En definitiva, la decisión de Riquelme de disolver el Consejo de Fútbol marca un antes y un después en la historia reciente de Boca Juniors. El futuro del club está en manos de las decisiones que se tomen a partir de ahora, con la esperanza de que esta nueva etapa traiga consigo nuevos títulos y alegrías para la afición xeneize.