La tranquilidad de una mañana cotidiana cerca del Hospital Materno Infantil se vio interrumpida por un audaz robo que, afortunadamente, tuvo un rápido desenlace. Un delincuente, tras asaltar un comercio en la esquina del mencionado hospital, fue aprehendido gracias a la valentía de un hombre que se encontraba en la ciudad visitando a su hija internada, con la colaboración crucial de un efectivo policial asignado a la seguridad del nosocomio.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 10 de la mañana de este martes. El asaltante, un individuo de 30 años, irrumpió en el local comercial “Family”, situado en la calle Castelli al 2400. Según los informes, empleando amenazas verbales e insinuando la posesión de un arma de fuego, logró sustraer el dinero de la caja registradora, dejando a la joven empleada, de 21 años, en un estado de comprensible conmoción.
Maite, la víctima del atraco, relató los angustiantes momentos vividos: “Estaba sola en el local cuando entró un muchacho con una mochila negra. Se acercó al mostrador y, de manera extraña, me preguntó a qué hora podía venir a ayudarme a limpiar. Me pareció muy raro, y cuando le dije que no estábamos tomando personal en ese momento, me respondió que estaba con un amigo en el auto y que tenía un arma. Me exigió que le diera el dinero”.
La situación escaló rápidamente. “Vio mi celular y también lo quiso. Le rogué que no se lo llevara, que era mi herramienta de trabajo. Le ofrecí el dinero, los 20 mil pesos que tenía. Me amenazó con disparar al local, me dijo que a mí no me haría daño, pero que destrozaría todo. Estaba desesperada, mirando hacia la calle, buscando a alguien que pudiera ayudarme. Me daba la impresión de que en realidad no tenía nada. En ese instante, entró una clienta del barrio, y al mirarla a los ojos, le pedí que se fuera. Tenía miedo de que le hiciera algo a ella, así que se fue”, describió Maite, reviviendo la tensión del robo.
Afortunadamente, la historia tuvo un giro inesperado. Al salir la empleada a la calle en busca de ayuda, sus gritos fueron escuchados por un hombre que había viajado desde Villa Gesell para visitar a su hija, quien se encuentra hospitalizada en el Materno Infantil. Según el testimonio de la víctima, este hombre, un policía jubilado, no dudó en actuar. “Cuando salí a gritar, justo había un policía de civil, jubilado, que venía a ver a su hija al hospital, y salió corriendo tras él. Yo me vine para acá, asustada. Otra chica que trabaja en el jardín del hospital, que justo venía a comprar, llamó a la policía cuando lo vio pasar corriendo. Escapó por Santiago del Estero, dobló en Alvarado, y lo atraparon en Córdoba”, explicó Maite.
La joven empleada expresó su alivio y agradecimiento: “Es la primera vez que me pasa y estaba muy alterada, por eso después les pedía perdón a todos por gritar. La chica que entró cuando el ladrón se fue tenía un bebé, y yo grité, le pedí perdón porque no quería que el bebé llorara. Después vinieron los muchachos que cuidan en el hospital, también la Policía, y me ayudaron a tranquilizarme”.
La Policía confirmó que el delincuente fue interceptado en la intersección de Avellaneda con Córdoba y San Luis gracias a la intervención de un efectivo y un civil. Tras su identificación, fue puesto a disposición del fiscal Leandro Arévalo, de la UFI de Flagrancia, quien convalidó la aprehensión y dispuso su traslado a la Unidad Penal N° 44 de Batán.