Alarma en Escuela por Amenaza de Bomba: Evacuación y Operativo Policial

La mañana se vio abruptamente interrumpida en una institución educativa de la ciudad, cuando una amenaza de bomba desató el caos y la movilización de equipos de emergencia. El incidente tuvo lugar en la Escuela Primaria Nº 55 (Justo José de Urquiza) y la Secundaria Nº 73, ubicadas en la calle Valencia al 5100, en el barrio Parque Luro. Una llamada telefónica alertó sobre la supuesta presencia de un artefacto explosivo en el interior del edificio, lo que desencadenó una rápida respuesta por parte de las autoridades.

Tras recibir la inquietante comunicación, las autoridades escolares activaron de inmediato el protocolo de seguridad, notificando a la policía y al cuerpo de bomberos. La zona circundante a la escuela fue acordonada, mientras que los equipos de emergencia se desplegaban en el lugar en medio de la creciente preocupación de padres, docentes y vecinos.

Efectivos de la Comisaría Séptima, junto con especialistas de la División Explosivos, llegaron rápidamente a la escena. La prioridad era garantizar la seguridad de todos los presentes, por lo que se procedió a la evacuación ordenada y controlada de los alumnos, docentes y personal administrativo. Los estudiantes, algunos visiblemente alterados por la situación, fueron trasladados a un lugar seguro, lejos del posible peligro.

Una vez completada la evacuación, los expertos en explosivos iniciaron una exhaustiva inspección del edificio. Cada rincón, aula, pasillo y dependencia fue minuciosamente revisado en busca de cualquier indicio de la amenaza reportada. La tensión era palpable mientras se desarrollaba el operativo, con la esperanza de que todo resultara ser una falsa alarma.

Finalmente, después de una rigurosa búsqueda que se extendió por más de una hora, se confirmó que no había ningún explosivo en el interior de la escuela. A las 12:20, las autoridades declararon que se trataba de una falsa amenaza de bomba, aliviando la angustia de la comunidad educativa y los equipos de emergencia.

Si bien el incidente resultó ser una falsa alarma, dejó una profunda huella en quienes lo vivieron. “Realmente fue horrible porque había muchos nenes muy preocupados, tuvieron que dejar sus pertenencias, algunos chicos estaban muy alterados”, comentó un familiar de uno de los alumnos, reflejando el impacto emocional que este tipo de situaciones puede generar, especialmente en los más jóvenes.

Las autoridades competentes han iniciado una investigación para determinar el origen de la llamada y la identidad del responsable de esta falsa amenaza. Este tipo de actos, además de generar pánico y alterar la vida cotidiana, movilizan recursos y distraen a las fuerzas de seguridad de otras tareas importantes. Se espera que se tomen medidas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro, reforzando los protocolos de seguridad y promoviendo la conciencia sobre las consecuencias de este tipo de acciones.

El incidente sirve como recordatorio de la importancia de la preparación y la respuesta rápida ante situaciones de emergencia. La colaboración entre las autoridades escolares, las fuerzas de seguridad y la comunidad en general es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de todos.