Un domingo que prometía ser un día de convivencia familiar se transformó en una pesadilla en el barrio Las Heras, cuando una reunión entre hermanos culminó en un acto de violencia extrema. Un hombre fue arrestado tras agredir brutalmente a su hermana con una botella y posteriormente intentar incendiar su hogar.
El incidente, marcado por la escalada de tensión y agresividad, tuvo lugar en una residencia ubicada en la calle Guiraldes al 8800. Según los reportes policiales, los hermanos, acompañados por la pareja de la mujer, se habían reunido para compartir bebidas alcohólicas. Lo que comenzó como un encuentro aparentemente cordial, pronto se tornó en una confrontación cargada de rencor.
La disputa, aparentemente arraigada en conflictos preexistentes y tensiones familiares acumuladas, estalló cuando el hermano menor, de 31 años, y su hermana mayor, de 33 años, comenzaron a discutir acaloradamente. En un momento de furia descontrolada, el hombre tomó una de las botellas que estaban utilizando y la estrelló contra el rostro de su hermana. El impacto causó una herida considerable, requiriendo atención médica inmediata y siete puntos de sutura para cerrar la laceración.
Tras el violento ataque, la mujer, visiblemente afectada y temiendo por su seguridad, contactó a las autoridades a través del número de emergencia 911. Sin embargo, antes de que los agentes pudieran llegar a la escena, la víctima, buscando atención médica urgente, se dirigió por sus propios medios al Hospital Interzonal General de Agudos. Allí, los profesionales de la salud suturaron la herida en el parietal izquierdo, producto del brutal golpe.
Pero la historia no terminó con la agresión física. El hermano, lejos de mostrar remordimiento o arrepentimiento, continuó con su comportamiento violento. Tras el alta hospitalaria de su hermana, el agresor la esperó en su domicilio y, en un acto de extrema peligrosidad, arrojó un trapo empapado en combustible y prendido fuego al interior de la vivienda. Su intención era claramente provocar un incendio que consumiera la propiedad. Afortunadamente, su intento no tuvo éxito, y las llamas no se propagaron lo suficiente como para causar daños significativos.
La rápida intervención de personal del Comando de Patrullas fue crucial para evitar una tragedia mayor. Los agentes, que se encontraban patrullando la zona, presenciaron el intento de incendio y actuaron con celeridad para detener al agresor mientras intentaba huir. La aprehensión se produjo en la intersección de las calles William Morris y Eduardo Peralta Ramos.
El caso fue inmediatamente puesto en manos de la UFI de Flagrancia, donde el fiscal Leandro Arévalo dispuso la formalización de una causa contra el detenido por el delito de Lesiones agravadas por el empleo de arma impropia. El individuo fue trasladado a la Unidad Penal N° 44 de Batán, donde permanecerá detenido mientras se lleva a cabo la investigación y se determina su responsabilidad en los hechos.
Este incidente sirve como un crudo recordatorio de cómo las tensiones familiares, exacerbadas por el consumo de alcohol, pueden desembocar en actos de violencia devastadores. Las autoridades competentes continúan investigando los detalles del suceso para esclarecer completamente lo ocurrido y garantizar que se haga justicia.