Un “Retrato de una Dama” Robado por los Nazis Reaparece en Mar del Plata: La Historia de un Artefacto Perdido

La historia del arte a menudo se entrelaza con la de los conflictos bélicos, el expolio y la búsqueda incansable de justicia. Un nuevo capítulo de esta saga se desarrolla en la ciudad argentina de Mar del Plata, donde un valioso cuadro, “Retrato de una dama”, del artista Giuseppe Ghislandi, podría haber reaparecido tras décadas de extravío. Esta obra, perteneciente a la colección privada de los herederos del galerista de arte judío Jacques Goudstikker, fue robada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos ha lanzado una investigación que apunta a que el cuadro se encuentra en posesión de las hijas de un exmiembro de las SS. La investigación, publicada por el diario Algemeen Dagblad de Rotterdam, se basa en pruebas circunstanciales y el testimonio de expertos en arte. La clave del hallazgo reside en una fotografía.

Según la investigación periodística, las hijas del exfinancista nazi Friedrich Kadgien, fallecido en Buenos Aires en 1978, podrían tener en su poder la obra. Una de las hermanas Kadgien puso en venta una propiedad ubicada en una zona destacada de la costa atlántica bonaerense. Entre las fotografías promocionales de la vivienda, se distingue un cuadro colgado en la pared del salón que guarda un gran parecido con el “Retrato de una dama” de Ghislandi.

Investigaciones adicionales revelan la existencia de descendientes de Kadgien domiciliadas en el barrio Parque Luro de Mar del Plata. En sus redes sociales, se han encontrado imágenes familiares tomadas en un entorno que coincide con el salón donde se observa el cuadro. Fuentes cercanas confirman que la vivienda está actualmente en venta.

La Búsqueda de la Justicia y la Recuperación del Arte

Ante esta revelación, los herederos de Jacques Goudstikker han anunciado su intención de emprender acciones legales para recuperar la obra. La esperanza de recuperar el valioso cuadro es alta, impulsada por el trabajo de investigación que ha permitido localizarlo.

Expertos como Annelies Kool y Perry Schrier, asesores de la Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos (Rijksdienst), han manifestado que “no hay motivos para pensar que pueda ser una copia”. Además, señalan que las dimensiones del cuadro coinciden con la información disponible. La confirmación definitiva de la autenticidad podría obtenerse examinando el reverso de la pintura, donde podrían existir marcas o etiquetas que revelen su procedencia.

Un Legado Perdido y Reencontrado

La historia de “Retrato de una dama” es un reflejo de la tragedia de la guerra y la persecución. Jacques Goudstikker, propietario de una importante galería de arte, murió trágicamente al resbalar en la cubierta de un barco mientras huía de los Países Bajos tras la invasión nazi. En Ámsterdam, dejó atrás una colección de más de 1100 obras de arte.

Su esposa Desiree y su hijo lograron escapar a Estados Unidos, conservando un folleto donde Goudstikker había catalogado todas las obras de arte de su propiedad. Durante la ocupación nazi, la galería y sus activos fueron comprados por el banquero alemán Alois Mield en una operación que los herederos de Goudstikker nunca reconocieron. Posteriormente, el mariscal del Reich Hermann Göring y otros funcionarios nazis adquirieron las obras de arte de la colección a precios muy por debajo de su valor real.

Documentos oficiales revelan que Friedrich Kadgien, el alto funcionario alemán, llegó a poseer “Retrato de una dama”, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi. El valor actual de la obra es desconocido, pero su importancia histórica y artística es incalculable.

Un Futuro Incierto, Una Esperanza Viva

La reaparición de “Retrato de una dama” en Mar del Plata abre un nuevo capítulo en la lucha por la recuperación del patrimonio artístico expoliado durante la Segunda Guerra Mundial. La batalla legal que se avecina promete ser compleja, pero la esperanza de que la obra regrese a manos de sus legítimos dueños se mantiene viva.

Esta historia es un recordatorio de la importancia de la memoria histórica y la necesidad de luchar contra la impunidad de los crímenes cometidos durante la guerra. La búsqueda de la justicia y la recuperación del arte perdido son un acto de reparación y un homenaje a las víctimas de la barbarie nazi.