Indignación Vecinal: Comisaría Tomada en Protesta por Ola de Inseguridad

La creciente ola de robos que azota varios barrios ha llevado a los vecinos a tomar medidas drásticas. El miércoles por la tarde, una multitud de residentes, hartos de la inseguridad, irrumpieron en la Comisaría Novena para exigir una respuesta contundente por parte de las autoridades.

Si bien la intención original era realizar una marcha pacífica frente a la sede policial, la frustración y la sensación de abandono llevaron a los manifestantes a ingresar al edificio y hacer sentir su voz desde el interior. La protesta, marcada por cacerolazos y pancartas, evidenció el hartazgo de una comunidad que se siente desprotegida.

Vecinos de barrios como Stella Maris, San Carlos, Playa Grande y Los Troncos, organizados de forma espontánea, se congregaron para expresar su descontento. Ante la imposibilidad inicial de contactar al Jefe Policial, decidieron ingresar a la comisaría, intensificando el reclamo con un ensordecedor cacerolazo dentro de las instalaciones.

Finalmente, tras la insistencia de los manifestantes, el Comisario accedió a recibir a una delegación de cinco vecinos para escuchar sus demandas y preocupaciones. Mientras tanto, en el exterior, la protesta continuó con el cacerolazo, símbolo de la indignación generalizada por la situación de inseguridad que se vive en la zona. Los vecinos denuncian que se está produciendo, en promedio, un robo por noche en casas habitadas, generando un clima de temor y desesperación entre los residentes.

Una de las vecinas que participó en la marcha declaró: “Finalmente el Comisario Oldoñes recibió a cinco vecinos en su oficina. En total éramos 100 los que vinimos a reclamar y vamos a seguir viniendo. De hecho ya estamos pensando en hacer una marcha más grande próximamente”. Además, añadió: “Hay prejuicio con los que vivimos en estas zonas porque creen que no nos pasa nada, pero la estamos pasando horrible”.

Los manifestantes exigen mayor presencia policial en las calles y la implementación de medidas concretas y efectivas para frenar la escalada de hechos delictivos. Buscan una solución real a la problemática que los afecta directamente y que pone en riesgo su seguridad y su patrimonio.

Tras la reunión con los representantes vecinales, el comisario evitó realizar declaraciones a la prensa, argumentando que no contaba con la autorización de la Departamental. Esta actitud ha generado aún más desconfianza entre los vecinos, quienes esperan una respuesta clara y un compromiso real por parte de las autoridades para abordar la crisis de inseguridad que padecen.

La toma de la comisaría representa un punto de inflexión en la lucha de los vecinos por su seguridad. Demuestra su determinación a no quedarse callados ante la inacción de las autoridades y su disposición a seguir presionando hasta que se implementen soluciones concretas y duraderas.

La comunidad espera que este acto de protesta sirva para visibilizar la problemática y generar un cambio real en la política de seguridad de la zona, priorizando la protección de los ciudadanos y la prevención del delito.