Recordando a Willy Wullich: El Alma del Teatro Colón Quince Años Después

El 30 de agosto marca el decimoquinto aniversario del fallecimiento de Willy Wullich, una figura emblemática del Teatro Municipal Colón de Mar del Plata. Su partida, acaecida repentinamente en 2010, dejó un vacío irremplazable en la comunidad cultural marplatense. Wullich, un productor teatral y director apasionado, se descompensó mientras disfrutaba de un café cerca de su amado teatro, dejando tras de sí un legado imborrable de dedicación y amor por las artes escénicas.

Guillermo Eduardo Wullich, nacido en Buenos Aires el 30 de enero de 1944, adoptó el apodo “Willy” durante su juventud y lo mantuvo al incursionar en el mundo artístico. Su conexión con Mar del Plata se forjó en la década de los 80, produciendo espectáculos del renombrado José María Vilches. Posteriormente, participó en producciones teatrales de gran éxito como “Errare Humanum Est” y “Gotán”, consolidando su vínculo con la ciudad que lo adoptaría como propio.

En 1997, su relación con Mar del Plata se afianzó aún más cuando fue designado director del Teatro Municipal Colón. Este nombramiento marcó un punto de inflexión en su vida, llevándolo a establecerse permanentemente en la ciudad y dedicarse por completo al teatro que se convertiría en su hogar. Bajo su dirección, el Colón floreció, convirtiéndose en un espacio cultural vibrante y accesible para todos.

Wullich se enorgullecía de mantener el teatro abierto los 365 días del año, ofreciendo una programación diversa y de alta calidad. Su compromiso era inquebrantable, y su visión transformó al Colón en un faro cultural en Mar del Plata. Nino Ramella, quien fuera Secretario de Cultura al momento de su designación, destacó que Wullich no solo asumió el cargo, sino que se casó con el teatro.

Romina Capuccio, actual Jefa del Departamento de Programación del Teatro Colón, recuerda la llegada de Wullich como un momento de cambio y reorganización. Inicialmente acomodadora, Capuccio describe su encuentro con Willy como “una de las cosas más lindas de la vida”. Destaca su trato humano y su capacidad para hacer sentir a los empleados como parte de una familia. Durante sus 13 años al frente del teatro, Wullich demostró una dedicación absoluta, permaneciendo hasta el final de cada función y, a menudo, utilizando sus propios recursos para promocionar los eventos.

La noticia de su fallecimiento fue un golpe devastador para sus colegas y amigos. Capuccio relata el shock y la incredulidad al enterarse de la noticia mientras se encontraba en una clínica. Tras el duelo, asumió el cargo que actualmente ocupa, sintiendo en numerosas ocasiones la presencia de su mentor en el teatro.

En 2020, tras la reapertura de los teatros después de la pandemia, Capuccio experimentó un evento inexplicable: las luces del gallinero y el paraíso se encendieron repentinamente. Interpretó este hecho como una bienvenida de Willy, una señal de que su espíritu seguía presente en el teatro que tanto amaba.

No es la única que ha percibido la presencia de Wullich en el Colón. Un técnico de una obra que se presentaba en el teatro aseguró haberlo visto sentado en un palco durante un ensayo, describiéndolo con precisión. Estas anécdotas alimentan la leyenda de que el alma de Willy Wullich aún ronda los pasillos del Teatro Municipal Colón, velando por el espacio que transformó y por las artes escénicas que tanto defendió.

En este decimoquinto aniversario de su partida, la comunidad marplatense recuerda a Willy Wullich como un hombre apasionado, dedicado y visionario, cuyo legado perdura en cada rincón del Teatro Colón, un espacio que sigue vibrando con su espíritu.