Un sombrío suceso ha sacudido la tranquilidad de Guaymallén, Mendoza, con la confirmación de un nuevo femicidio. Sandra Norma Sánchez, una mujer de 57 años, perdió la vida trágicamente a manos de su expareja, Enzo Manuel Valdovino, en un incidente desencadenado por una disputa sobre la división de bienes tras su reciente separación.
El crimen, perpetrado con una frialdad escalofriante, dejó atónitos a los vecinos. Según relatos de testigos, Valdovino, tras cometer el acto, pronunció con aparente indiferencia: “Ya está, no se puede hacer nada, si ya me la mandé”, mientras Sánchez agonizaba a pocos metros, víctima de las heridas infligidas.
El escenario del crimen, una vivienda ubicada en la calle Rópolo al 6500, se convirtió rápidamente en el epicentro de la consternación y la ira. Valdovino, lejos de intentar huir, permaneció en el lugar, casi impávido, hasta la llegada de las autoridades policiales. La intervención policial fue crucial para evitar que una multitud de vecinos enfurecidos, profundamente impactados por la brutalidad del acto, lincharan al agresor.
La secuencia de los hechos, según las investigaciones preliminares, comenzó con la llegada de Valdovino a la residencia de Sánchez bajo el pretexto de retirar algunos muebles. Lo que inicialmente parecía una simple diligencia doméstica pronto se transformó en una acalorada discusión que escaló hasta alcanzar niveles de violencia letales.
El altercado culminó cuando Valdovino atacó a Sánchez, asestándole una puñalada en la axila izquierda. El grito desgarrador de la víctima alertó a los vecinos, quienes acudieron de inmediato en su auxilio. La escena que presenciaron fue dantesca: Sánchez, tambaleándose, intentaba desesperadamente buscar ayuda, desplomándose finalmente a escasos metros de la puerta de su hogar.
“Perdía mucha sangre por la axila y la boca”, declararon algunos vecinos a los medios locales, describiendo la angustiosa imagen de Sánchez luchando por su vida. A pesar de los esfuerzos desesperados por reanimarla, incluyendo maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) realizadas por los presentes, la gravedad de la herida resultó fatal. Sánchez falleció en el lugar, frente a la mirada desconsolada de su hija y otros familiares que se habían acercado al enterarse de la tragedia.
La demora en la llegada de la ambulancia, que tardó más de media hora en arribar al lugar, generó aún más frustración e impotencia entre los presentes. La comunidad de Guaymallén se encuentra ahora sumida en el dolor y la indignación, exigiendo justicia para Sandra Norma Sánchez y medidas más efectivas para prevenir la violencia de género.
Este femicidio se suma a una alarmante lista de casos similares que han conmocionado al país, poniendo de manifiesto la urgente necesidad de abordar las causas profundas de la violencia machista y de fortalecer los mecanismos de protección para las mujeres que se encuentran en situación de riesgo. La memoria de Sandra Norma Sánchez exige una respuesta contundente por parte de las autoridades y de la sociedad en su conjunto.