La creciente ola de inseguridad en la zona sur de Mar del Plata ha llevado a los residentes de varios barrios a alzar la voz y exigir medidas urgentes a las autoridades municipales. Cansados de la escalada de delitos, vecinos de al menos siete barrios se movilizaron hasta el Palacio Municipal para expresar su frustración y demandar soluciones concretas.
Los barrios afectados, incluyendo Serena, San Jacinto, San Patricio, Costa Azul, San Carlos, Acantilados y Mar y Sol, han experimentado un aumento alarmante en robos, entraderas, escruches, ocupaciones ilegales y una notable falta de patrullaje policial. Los manifestantes, portando carteles con mensajes alusivos a sus problemáticas, buscan visibilizar la situación y presionar por una respuesta efectiva.
“Ya no estamos acostumbrados a vivir así”, expresó Martín, un vecino de Mar y Sol. “Esta zona siempre se caracterizó por su tranquilidad y paz, pero ahora vivimos con miedo”. La sensación de inseguridad ha transformado la vida cotidiana de los residentes, quienes se ven obligados a tomar precauciones extremas y a vivir en constante alerta.
Según los vecinos, la situación ha empeorado drásticamente en los últimos meses. “Es impresionante cómo crece la ola delictiva mes a mes”, lamentó Martín. La pérdida de la sensación de comunidad y la desconfianza entre vecinos son consecuencias directas del aumento de la inseguridad. “Antes nos conocíamos todos, sabíamos quién vivía en cada casa, pero ahora estamos perdiendo eso”, agregó.
La comparación con el Conurbano bonaerense, conocido por sus altos índices de criminalidad, es una muestra de la gravedad de la situación. “La zona sur es lo más parecido hoy al Conurbano en materia de inseguridad”, afirmó Martín. Los robos a mano armada, los asaltos en moto y los abordajes en la vía pública se han vuelto cada vez más frecuentes, generando un clima de temor e incertidumbre.
Lucila, residente de San Carlos, señaló otro factor que contribuye al problema: la ocupación ilegal de terrenos. “Hay personas que no sabemos quiénes son y que llegan a vivir en zonas tomadas con carpas de una manera desastrosa”, explicó. La falta de oportunidades y la vulnerabilidad social pueden llevar a algunas personas a cometer delitos, generando un círculo vicioso de inseguridad.
Los vecinos exigen una mayor presencia policial, patrullajes más frecuentes, un aumento del personal en las comisarías de la zona y una mejora en la iluminación pública. Estas medidas, según los manifestantes, son fundamentales para disuadir a los delincuentes y garantizar la seguridad de los residentes.
“Pedimos ayuda, necesitamos que se hagan cargo del problema y que cuidemos a nuestra ciudad entre todos”, enfatizó Lucila. El llamado a la acción busca involucrar a las autoridades, a las fuerzas de seguridad y a la comunidad en la búsqueda de soluciones conjuntas. Los vecinos se muestran determinados a no permitir que la inseguridad siga deteriorando su calidad de vida y a luchar por recuperar la tranquilidad que alguna vez caracterizó a la zona sur de Mar del Plata.
La movilización vecinal es un claro indicio del hartazgo y la preocupación de los residentes ante la creciente inseguridad. La respuesta de las autoridades municipales será crucial para determinar si se logrará revertir la situación y devolver la paz a los barrios afectados.