La justicia ha dictado prisión preventiva para Antonella Lorena Marín Quintero, conocida como la “Viuda Negra”, en relación con cuatro robos presuntamente cometidos bajo una modalidad particular: sedar a sus víctimas con sustancias químicas para luego despojarlas de sus pertenencias.
La exhaustiva investigación, liderada por la fiscal Romina Díaz, ha recopilado pruebas suficientes para imputar a Marín Quintero, de 35 años, por los cuatro robos. Tras su detención el 12 de agosto, varias personas se animaron a denunciar incidentes similares, lo que fortaleció el caso en su contra. Los hechos imputados ocurrieron en fechas específicas: 4 y 6 de julio, y 6 y 10 de agosto.
El modus operandi de la acusada, según la investigación, consistía en contactar a hombres a través de aplicaciones de citas como Tinder y Bumble, bajo el perfil de “Anto”. Luego, concertaba encuentros en domicilios de las víctimas, donde les ofrecía bebidas adulteradas con sustancias sedantes. Una vez que las víctimas se encontraban inconscientes o semi-inconscientes, Marín Quintero procedía a robar objetos de valor y dinero en efectivo.
En uno de los casos, ocurrido el 4 de julio, la víctima, contactada a través de Tinder, recibió a “Anto” en su departamento ubicado en la calle Gascón al 1900. Tras consumir un café adulterado, la víctima quedó sedada hasta la madrugada siguiente, momento que la acusada aprovechó para robar dos millones de pesos, quinientos dólares, dos teléfonos celulares y la documentación personal de la víctima.
Un incidente similar, ocurrido dos días después en un departamento de la calle 3 de Febrero al 3000, permitió avanzar en la identificación y posterior detención de la “Viuda Negra”. En este caso, la víctima fue sedada con un té y despojada de un iPhone, una computadora, dos relojes Timex, un reloj Rolex de oro, un pen drive, documentación, 32 mil pesos, una campera Columbia, una tostadora, un cenicero de aluminio, un juego de llaves, un perfume y dos valijas con ruedas.
El 6 de agosto, utilizando la aplicación Bumble, Marín Quintero se reunió con otra víctima en una vivienda de la calle Pringles al 900. Siguiendo el mismo patrón, sedó al hombre con psicofármacos y huyó con una notebook Lenovo, un iPhone y 900 dólares.
El último hecho imputado hasta el momento, tuvo lugar el 10 de agosto. La víctima, contactada nuevamente a través de Tinder, recibió a la acusada en un edificio de la calle 3 de Febrero, entre Catamarca y La Rioja. Tras sedar al hombre, Marín Quintero escapó con un celular Samsung, un iPhone y un parlante.
Pruebas Contundentes y Allanamiento Exitoso
El Juez de Garantías Gabriel Bombini consideró que las pruebas presentadas por la fiscalía son suficientes para sostener la acusación y la participación de Marín Quintero en los delitos. Las filmaciones de una vinatería a la que la acusada y una de las víctimas asistieron antes del robo fueron clave para su identificación. Según el juez, las características físicas de la mujer en las imágenes coinciden con las de Antonella Lorena Marín Quintero.
La confirmación del segundo hecho fue aún más clara, gracias a la información proporcionada por la familia de la víctima y la coordinación de un encuentro posterior con la acusada, quien ofrecía algunos de los objetos robados a través de la aplicación Marketplace. Este acuerdo para la compra de los productos en la zona comercial de la calle Alem, permitió su aprehensión y motivó a otras personas a denunciar su accionar.
Tras la difusión de la noticia de la detención, una de las víctimas reconoció a la acusada por una fotografía publicada en un medio local. Gracias a este reconocimiento, la policía allanó la vivienda de Marín Quintero y recuperó la computadora sustraída a esta víctima. Algo similar ocurrió con la última víctima, quien también recuperó su computadora en el domicilio de la acusada.
Arresto Domiciliario en Suspenso
A pesar de dictar la prisión preventiva, el juez también ordenó la morigeración de la medida, disponiendo el arresto domiciliario con control electrónico del Servicio Penitenciario Bonaerense y el cumplimiento de varias pautas de conducta. Marín Quintero deberá someterse a una tutoría conductual, continuar su tratamiento psiquiátrico, someterse al control del Patronato de Liberados bonaerense y abstenerse de contactar a las víctimas por cualquier medio.
Sin embargo, la fiscal Díaz apeló esta decisión, y el arresto domiciliario no se hará efectivo hasta que la medida quede firme y se instale el equipo de control electrónico. Además, se solicitó información a la justicia nacional sobre averiguaciones de paradero pendientes en la ciudad de Buenos Aires, relacionadas con la acusada.