La travesía de Kimberley en la Zona Campeonato ha llegado a un punto crítico. Tras un inicio prometedor, el equipo ha experimentado un declive constante, marcado por la pérdida de jugadores clave, una acumulación de derrotas y un descenso inevitable al fondo de la tabla. El reciente revés sufrido este domingo, una derrota contundente por 2 a 0 en su visita a Costa Brava de La Pampa, subraya la difícil situación que atraviesa el club. A pesar de que la próxima jornada los enfrentará al líder, Ciudad de Bolívar, en su propio terreno, el resultado no alterará su posición final en la tabla.
El partido contra Costa Brava se caracterizó por un equilibrio precario, con escasas oportunidades de gol para ambos lados. Durante la primera mitad, Kimberley intentó imponer su juego y mantuvo la posesión del balón, pero careció de la profundidad necesaria para generar peligro real en el área rival. El desempeño del portero Aguayo fue crucial para mantener el marcador en cero durante este período inicial.
Sin embargo, la segunda mitad presenció un cambio en la dinámica del partido. Costa Brava logró romper el empate temprano, a los 10 minutos, tras un córner que encontró a Gutiérrez desmarcado, quien no perdonó y abrió el marcador para el equipo local. La defensa de Kimberley, a pesar de los esfuerzos de Agüero y Alferez, se vio superada en esta jugada clave. Poco después, antes de los 20 minutos, Agustín Alles sentenció el encuentro con un mano a mano que definió con precisión, ampliando la ventaja a 2-0. El resto del partido transcurrió sin mayores sobresaltos, salvo la expulsión de Vázquez y Amieva por una agresión mutua, un incidente que reflejó la frustración y la tensión en el campo.
Con la clasificación a la primera instancia de playoffs ya asegurada, aunque lejos de las expectativas iniciales, el equipo dirigido por Mignini se prepara para cerrar la segunda fase del torneo el próximo fin de semana. El encuentro se disputará en el “José Alberto Valle” y enfrentará a Kimberley contra el líder indiscutible del grupo, Ciudad de Bolívar. Este partido representa una oportunidad para el equipo de demostrar su valía y buscar una victoria que les permita cerrar esta etapa con una nota positiva, aunque no altere su posición final en la tabla. Más allá del resultado, el objetivo será recuperar la confianza y sentar las bases para afrontar los desafíos que les esperan en los playoffs.
La temporada de Kimberley ha sido una montaña rusa de emociones, desde las expectativas generadas al principio hasta la dura realidad de las últimas jornadas. El equipo deberá analizar los errores cometidos y trabajar arduamente para corregirlos, si desea tener una oportunidad real de avanzar en los playoffs y alcanzar sus objetivos a largo plazo. El partido contra Ciudad de Bolívar será una prueba de fuego para medir el temple del equipo y su capacidad de reacción ante la adversidad.