Tragedia Familiar: Celos Patológicos Conducen a un Femicidio Brutal

En la sombría madrugada del 21 de febrero de 2021, la vida de Verónica Escobar, una joven madre de 22 años, se truncó violentamente en el patio de su hogar. La fatalidad se desencadenó tras recibir once puñaladas, presuntamente infligidas por su expareja, Ramón Alejandro “Negro” Roldán. Los celos, según la investigación, fueron el detonante de este horrendo crimen.

La pareja, que compartía la crianza de una niña de siete años, había mantenido una relación tumultuosa, marcada por constantes idas y vueltas. Sin embargo, los celos enfermizos y la violencia latente terminaron por socavar irremediablemente el vínculo que los unía.

La reconstrucción de los hechos, basada en testimonios de familiares y testigos, revela una noche de tensión creciente. Roldán, al parecer, había pasado la noche jugando al pool antes de dirigirse a la casa de Verónica. Allí, una acalorada discusión estalló entre ambos.

Según las declaraciones recabadas, Roldán acusó a Verónica de mantener una relación inapropiada con su propio hermano. Esta acusación, alimentada por la paranoia y los celos descontrolados, habría sido la chispa que encendió la furia homicida.

Ramona Escobar, hermana de la víctima, relató con dolor ante el tribunal: “Escuché gritos y salimos al patio. Mi hermano no me dejó acercar. Mi hermana estaba en la tierra con muchas heridas, las más graves por la espalda. Ahí lo vi al ‘Negro’ subirse a su moto y escapar”. Su testimonio pinta un cuadro desgarrador de los momentos finales de Verónica.

Nadia Coria, cuñada de Verónica y otra testigo clave en el caso, corroboró el testimonio de Ramona, declarando haber escuchado los gritos desesperados de auxilio de la víctima mientras era brutalmente atacada.

El Proceso Judicial y la Búsqueda de Justicia

El caso ha llegado a juicio, y la fiscalía busca la máxima pena para Roldán: prisión perpetua. La acusación se basa en la figura de “homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y mediando violencia de género”, lo que comúnmente se conoce como femicidio. Las fiscales Natalia Saavedra y Ximena Jerez, junto con la instructora Eugenia Pereyra, lideran la acusación.

“Vamos por la perpetua. Roldán persiguió a Verónica y la mató de 11 puñaladas”, declaró enfáticamente Jerez en el primer día del debate. La fiscal describió la relación entre Verónica y Roldán como “un vínculo disfuncional, atravesado por episodios de violencia, desigualdad y dominación”.

Por su parte, la defensa, a cargo de los abogados Adolfo Suárez y Julio Llugdar, busca atenuar la responsabilidad de Roldán y evitar la condena máxima. Se especula con la posibilidad de que argumenten “emoción violenta”, intentando presentar el crimen como un arrebato incontrolable provocado por los celos y la confrontación.

Un Crimen Anunciado: El Trasfondo de la Violencia Doméstica

Más allá del trágico desenlace, este caso pone de manifiesto la problemática de la violencia de género y las consecuencias devastadoras de los celos patológicos. La historia de Verónica Escobar es un recordatorio doloroso de la necesidad de abordar de manera integral las relaciones tóxicas y los patrones de control y dominación que a menudo preceden a la violencia física.

El juicio en curso busca impartir justicia para Verónica y enviar un mensaje claro de tolerancia cero hacia la violencia de género. Sin embargo, la verdadera solución reside en la prevención, la educación y el apoyo a las víctimas para romper el ciclo de la violencia antes de que sea demasiado tarde.

La comunidad espera con atención el veredicto, anhelando que la justicia prevalezca y que la memoria de Verónica sirva para crear conciencia sobre la importancia de construir relaciones basadas en el respeto, la igualdad y el amor sano.