Un golpe comando dejó a una empresa de calzados de Tapiales, en el partido de La Matanza, al borde de la quiebra. El propietario, visiblemente afectado, declaró: “Me robaron los ahorros de toda mi vida, no tengo nada para pagar los sueldos”. La dramática situación se desencadenó tras un audaz asalto a plena luz del día.
El incidente, que tuvo lugar el miércoles de la semana pasada, involucró a tres delincuentes armados que irrumpieron en la fábrica simulando ser clientes. La meticulosidad y la violencia del ataque sugieren una planificación previa y un conocimiento detallado de las operaciones de la empresa.
Una Operación Milimétricamente Planeada
El asalto comenzó con un engaño. Uno de los individuos ingresó al local, saludó cordialmente al dueño y manifestó interés en la mercancía exhibida. Este gesto inicial sirvió como distracción mientras sus cómplices se preparaban para ejecutar el plan. Segundos después, los dos restantes irrumpieron en el lugar, sometiendo al propietario, a los empleados y a un cliente que casualmente se encontraba realizando una compra.
La banda actuó con rapidez y precisión. Tras reducir a las víctimas, los asaltantes se dirigieron directamente al lugar donde se guardaba el dinero, sustrayendo una suma millonaria. La escena, según testigos, fue caótica, con destrozos y momentos de gran tensión.
Adrián, el propietario, describió la inquietante eficiencia de los delincuentes: “Rompieron los durlocks justo en los sectores donde no había cámaras, conocían todos los movimientos”. Esta declaración sugiere que los asaltantes tenían información privilegiada sobre la distribución del local y la ubicación de las cámaras de seguridad, lo que les permitió evitar ser grabados durante la sustracción del dinero.
Un Ataque Precedido por Otro Robo
Este no es el primer incidente que afecta a la empresa. Apenas un mes atrás, la fábrica fue víctima de otro robo, perpetrado mediante un boquete. En aquella ocasión, los delincuentes ingresaron por el techo, abrieron un agujero en la pared y se llevaron otra importante suma de dinero. La repetición de estos ataques plantea serias interrogantes sobre la seguridad en la zona y la posible existencia de una banda especializada en este tipo de delitos.
El empresario, desesperado, advierte que la situación se ha vuelto insostenible. La falta de capital de trabajo pone en riesgo la continuidad de la fábrica y la estabilidad laboral de sus empleados. Sin fondos para pagar los sueldos, el futuro de la empresa pende de un hilo.
Las autoridades policiales se encuentran investigando ambos incidentes, pero hasta el momento no se han realizado detenciones. La comunidad local, consternada por la situación, exige mayor seguridad y medidas urgentes para proteger a los comerciantes y a las empresas de la zona.
El caso de esta fábrica de calzados en La Matanza pone de manifiesto la creciente inseguridad que afecta a muchos emprendedores y pequeños empresarios, quienes ven amenazado su patrimonio y su fuente de ingresos por la acción de la delincuencia.