El Dolor Persiste: A un Mes del Femicidio de Milagros Quenaipe en Tandil

En la tranquila ciudad de Tandil, la herida aún no cicatriza. A un mes del trágico femicidio de Milagros Pilar Andrea Quenaipe, la comunidad sigue conmocionada y exige justicia. César Quenaipe, el padre de Milagros, clama por el castigo máximo para el responsable, expresando un deseo vehemente: “Quiero la pena de muerte”.

Milagros, una joven de 18 años llena de vida, fue brutalmente asesinada en la madrugada del 31 de agosto. Su agresor, Wilson Sánchez, un albañil de 23 años, perpetró un acto de violencia inexplicable que ha dejado una marca imborrable en la familia Quenaipe y en toda la sociedad tandilense.

Los hechos, reconstruidos a partir de testimonios y grabaciones de seguridad, revelan una secuencia escalofriante. Milagros, acompañada de amigos, regresaba a su hogar tras una noche en un conocido boliche local. En el camino, se encontraron con una joven desmayada y, en un acto de solidaridad, Milagros se detuvo para ayudarla. Esta acción, lamentablemente, la puso en el camino de su agresor.

Una Noche que Terminó en Tragedia

Según las investigaciones, Sánchez, originario de la provincia de Chaco, había salido de su domicilio armado con un cuchillo. Su intención, al parecer, era tomar venganza por un altercado previo ocurrido en el mismo boliche que Milagros había visitado. En su camino, se cruzó con el grupo de jóvenes, abordándolos con una pregunta aparentemente trivial sobre música. Sin previo aviso, atacó a uno de los amigos de Milagros, hiriéndolo en la espalda. Luego, se dirigió a Milagros y le asestó una puñalada mortal en el cuello.

Las cámaras de seguridad captaron el momento en que Milagros se desplomaba en la vereda, mientras Sánchez se alejaba caminando con total frialdad. La rápida intervención de las autoridades permitió la identificación y detención del agresor, quien se había refugiado en su domicilio.

El Proceso Judicial en Marcha

Wilson Sánchez se encuentra actualmente detenido en la Unidad 2 de Sierra Chica, a la espera de ser juzgado por un jurado popular. Se ha negado a declarar, manteniendo un silencio que agrava aún más el dolor y la incertidumbre. El fiscal Damián Borean, a cargo de la investigación, lo ha imputado por homicidio y lesiones dolosas leves en concurso real.

La familia de Milagros, amigos y vecinos han expresado su indignación y exigen la máxima pena para el asesino. El caso ha reabierto el debate sobre la necesidad de endurecer las leyes y garantizar la seguridad de las mujeres en Argentina. La memoria de Milagros Quenaipe, una joven solidaria y llena de sueños, sigue viva en el corazón de quienes la conocieron y en la lucha por una sociedad más justa y segura.

Más allá del proceso judicial, este trágico evento ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar las causas profundas de la violencia de género, promoviendo la educación en igualdad, el respeto y la prevención de la violencia en todas sus formas. La muerte de Milagros no debe ser en vano, sino un catalizador para un cambio cultural que proteja a las mujeres y garantice su derecho a vivir libres de violencia.