La tensión en el fútbol argentino está lejos de disiparse. Tras un inesperado pedido de disculpas públicas por parte de Andrés Fassi, presidente del club Talleres de Córdoba, hacia Claudio “Chiqui” Tapia, máximo dirigente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la respuesta no se hizo esperar. Lejos de sellar la paz, la AFA, a través de sus principales figuras, intensificó la polémica.
El epicentro de esta nueva escalada fue la red social X (antes Twitter). Claudio Tapia, conocido por su activa presencia en plataformas digitales, optó por una estrategia indirecta pero contundente: republicar un mensaje incendiario de Pablo Toviggino, tesorero de la AFA y presidente del Consejo Federal. Este gesto, lejos de ser una simple coincidencia, fue interpretado como un respaldo absoluto a las durísimas críticas vertidas contra Fassi.
Un Perdón Condicionado por el Descenso
El trasfondo de esta controversia radica en la delicada situación deportiva que atraviesa Talleres. El club cordobés se encuentra peligrosamente ubicado en zona de descenso, un factor que, sin duda, añade presión a su dirigencia. En un intento por suavizar las relaciones y buscar apoyo institucional, Andrés Fassi ofreció disculpas públicas a Claudio Tapia durante una conferencia de prensa. En sus declaraciones, Fassi manifestó su deseo de colaborar con la AFA y contribuir al desarrollo del fútbol argentino.
Toviggino Desata la Tormenta
Sin embargo, estas palabras conciliadoras no encontraron eco en la cúpula de la AFA. Pablo Toviggino, conocido por su estilo directo y sin filtros, no tardó en responder con un mensaje lapidario a través de su cuenta de X. En su publicación, Toviggino calificó a Fassi de “traidor”, “mentiroso” y “cobarde”, utilizando un lenguaje agresivo y descalificador. Además, lo acusó de tener “cara de piedra” y de haber participado en una conspiración para desestabilizar la AFA.
Tapia Amplifica el Ataque
La decisión de Claudio Tapia de republicar este mensaje de Toviggino no solo valida las acusaciones, sino que también las amplifica, enviando un mensaje claro y contundente: las disculpas de Fassi no son suficientes. El gesto de Tapia refuerza la idea de que las heridas son profundas y que la AFA no está dispuesta a pasar por alto las críticas y denuncias previas del presidente de Talleres.
Acusaciones Cruzadas y un Futuro Incierto
Las acusaciones de Toviggino son graves. El tesorero de la AFA sostiene que Fassi, en complicidad con otras figuras políticas y judiciales, intentó llevar a cabo un “golpe institucional” contra las elecciones democráticas de la AFA. También lo acusa de haber denunciado a uno de los hijos de Claudio Tapia, lo que agrava aún más la situación. Este intercambio de acusaciones públicas revela una profunda desconfianza y animosidad entre las partes.
El futuro de esta relación es incierto. A pesar de las disculpas formales, la AFA parece decidida a mantener una postura de confrontación. La situación deportiva de Talleres añade un elemento adicional de tensión, ya que el club necesita el apoyo de la AFA para superar su difícil momento. La republicación del mensaje de Toviggino por parte de Tapia sugiere que la paz está lejos de alcanzarse y que la guerra declarada entre la AFA y Talleres de Córdoba continúa su curso.