En una valiente demostración de civismo, un cuidacoches, conocido coloquialmente como “trapito”, frustró un robo en una heladería ubicada en el corazón de la ciudad. El incidente, que tuvo lugar en la madrugada del lunes, culminó con la detención del presunto ladrón gracias a la rápida acción del improvisado héroe.
El suceso se desarrolló en una heladería Grido, situada en la intersección de las calles Rivadavia y Catamarca. Según los informes policiales, un individuo ingresó al establecimiento y, tras amenazar a la empleada, una joven de 18 años, se apoderó de la suma de 22.100 pesos en efectivo. Acto seguido, el delincuente emprendió la huida, creyendo quizás que su plan había tenido éxito.
Sin embargo, la empleada, demostrando gran entereza, logró alertar al cuidacoches que se encontraba en las inmediaciones. Este, sin dudarlo un instante, se lanzó a la persecución del ladrón. La carrera culminó a pocas cuadras del lugar del robo, precisamente en la esquina de Rivadavia e Independencia, donde el “trapito” logró interceptar al fugitivo.
Una vez reducido el ladrón, el cuidacoches mantuvo la situación bajo control hasta la llegada de los efectivos policiales. Los agentes de la Comisaría Primera se hicieron cargo de la detención formal del individuo y lo trasladaron a la dependencia policial. Allí se iniciaron las actuaciones correspondientes por el delito de robo.
La valentía y la rápida reacción del “trapito” fueron fundamentales para la captura del delincuente y la recuperación del dinero sustraído. Su accionar destaca la importancia de la colaboración ciudadana en la lucha contra la delincuencia y demuestra que, a veces, los héroes se encuentran en los lugares menos esperados.
El caso quedó en manos del fiscal de Flagrancia, Leandro Arévalo, quien dispuso el alojamiento del imputado en la Unidad Penal N°44 de Batán. La investigación continúa para determinar si el detenido está involucrado en otros hechos delictivos similares en la zona.
Este incidente pone de manifiesto la vulnerabilidad de los comercios locales frente a la delincuencia y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad. A su vez, subraya el rol crucial que pueden desempeñar los ciudadanos en la prevención y el combate del delito, como lo demostró este anónimo héroe urbano, el “trapito” que no dudó en arriesgarse para proteger a su comunidad.
La historia del cuidacoches ha generado un gran revuelo en la ciudad, con numerosos vecinos expresando su admiración y agradecimiento por su valentía. Su accionar sirve de inspiración y recuerda que, incluso en los momentos más difíciles, la solidaridad y el compromiso cívico pueden marcar la diferencia.