El Canal de Boca anunció que iba a hablar Juan Román Riquelme y despertó mucha expectativa. En un año sin copas y con pocos triunfos, fueron pocas las apariciones públicas del presidente y, con Miguel Ángel Russo atravesando situaciones de salud que le impiden estar en las prácticas e incluso en los partidos, se esperaba que haga referencia a eso y la situación deportiva del equipo que no logra tener regularidad y está afuera de la zona de Libertadores para 2026. Sin embargo, volvió a caer en su discurso habitual y despertó el enojo de los hinchas en redes sociales.
Como si estuviera en campaña, nuevamente se diferenció de la dirigencia anterior y resaltó que “estuvieron 30 años en el club y no hicieron nada, lo usaron para hacer política“. Todo para darle valor a una obra en la esquina de Brandsen 805 donde se modificará la puerta de ingreso que “había sido abandonada”. Además, en continuidad con lo que se había informado de cara a la asamblea, se avanzará en la expulsión de un socio por “falsificación de firmas” en las últimas elecciones y que tratarán si “esta persona merece seguir siendo socia del club, con todo el daño que le ha hecho”.
En lo estrictamente futbolístico, Riquelme decidió destacar a los jugadores Edinson Cavani y Leandro Paredes. Sobre el atacante uruguayo, comentó que “es un jugador muy importante” y aventuró con que los hinchas de Boca van “a tener la suerte de decir que jugó en el club”, mientras que en cuanto al campeón del Mundo opinó que “volvió a su casa, disfruta cada día y se acomodó muy rápido al grupo, al que ayuda muchísimo”.
Además, el presidente aseguró estar conforme con los últimos partidos del primer equipo, valoró al entrenador Miguel Ángel Russo porque “es un genio y maneja las cosas de una manera extraordinaria”, omitiendo sus problemas de salud que lo han alejado de las prácticas de Boca en las últimas semanas.