Gaza Experimenta una Noche de Calma Tras el Acuerdo de Alto al Fuego: Un Respiro en Medio de la Devastación
Tras meses de incesante conflicto, la Franja de Gaza ha experimentado su primera noche de relativa calma, marcando un hito significativo tras la entrada en vigor del alto al fuego entre Israel y Hamás. Este cese de hostilidades, aunque provisional, representa un respiro vital para una población exhausta, que ha sufrido pérdidas humanas y una destrucción generalizada sin precedentes.
La implementación del acuerdo, que incluye un complejo intercambio de prisioneros y rehenes, se desarrolla en paralelo a una intensa actividad diplomática internacional, buscando consolidar la tregua y sentar las bases para una paz duradera. La noche de silencio, sin el estruendo de las bombas, fue recibida con alivio palpable por los habitantes de Gaza.
El Testimonio de la Calma en Medio del Caos
“Anoche fue una noche tranquila, la primera sin bombardeos desde el comienzo de la guerra,” relata Mohammad, un médico gazatí residente en la ciudad de Gaza. En su hospital, el flujo constante de cuerpos sin vida ha disminuido, dando paso a la recuperación de restos humanos entre los escombros. Según cifras del Ministerio de Sanidad local, se estima que al menos 7,000 personas permanecen sepultadas bajo las ruinas de edificios destruidos por los ataques.
Los testimonios recogidos entre la población de Gaza reflejan una mezcla de alivio y profunda desolación. “Por primera vez en mucho tiempo, conseguimos dormir sin miedo,” afirma Zaher, un padre de familia que se vio obligado a huir de la capital hacia Deir Al Balah, en el centro del territorio, donde miles de personas buscaron refugio en improvisados campamentos. Ahora, muchos, como Zaher, intentan regresar a sus hogares, aunque solo encuentren escombros, o buscan desesperadamente un lugar donde vivir en una ciudad devastada.
El Retorno a la Destrucción y la Liberación de Rehenes
Desde el inicio de la tregua, miles de desplazados han comenzado a regresar desde el sur hacia la capital. Israel ha completado su repliegue detrás de la denominada “línea amarilla”, manteniendo el control de una porción reducida del territorio, mientras las milicias palestinas se preparan para la liberación de los rehenes que aún permanecen en su poder. Este proceso se presenta como un paso crucial para fortalecer la confianza y avanzar hacia una solución más estable.
El Acuerdo de Intercambio: Un Rayo de Esperanza
El acuerdo de alto al fuego incluye la liberación de 48 cautivos israelíes (vivos y fallecidos) a cambio de la excarcelación de 250 prisioneros palestinos y 1,700 detenidos durante la reciente ofensiva. En las prisiones de Ofer y Ketziot, las autoridades israelíes están llevando a cabo los traslados de los prisioneros que serán liberados o deportados. Entre ellos, se encuentran miembros de diversas facciones palestinas, incluyendo Hamás, Fatah, la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Sin embargo, figuras prominentes como Marwan Barghouti o Ahmed Saadat no están incluidas en esta fase del acuerdo.
La lista de prisioneros a ser liberados incluye a individuos como Baher Badr, condenado a múltiples cadenas perpetuas por un atentado con bomba en 2004, e Iyad al Rub, responsable de un ataque suicida en Hadera en 2006. Los prisioneros con penas perpetuas que serán deportados a través de Egipto ya han sido trasladados a Ketziot, mientras que aquellos que regresarán a Cisjordania permanecen en Ofer.
El Comité Internacional de la Cruz Roja está supervisando de cerca todo el proceso, incluyendo la recuperación de los restos mortales de 28 rehenes fallecidos. Según los términos del acuerdo, la liberación de los prisioneros palestinos se realizará únicamente después de la entrega de todos los cautivos israelíes.
Presencia Estadounidense para Supervisar el Alto al Fuego
En un movimiento paralelo, Estados Unidos ha desplegado 200 soldados en Israel para supervisar la implementación del alto al fuego. Según informes de ABC News, estas tropas, especializadas en logística, transporte y seguridad, establecerán un “centro de coordinación” para facilitar las tareas humanitarias y garantizar la seguridad del acuerdo. El operativo estará bajo el mando del almirante Brad Cooper, jefe del Comando Central estadounidense para Medio Oriente. El gobierno de Washington ha aclarado que ningún militar norteamericano ingresará a la Franja de Gaza.