Un lamentable incidente sacudió la tranquilidad de la ciudad de Mar del Plata el pasado lunes por la tarde. Un hombre de 39 años fue detenido por la policía luego de arrojar una piedra contra un autobús de transporte público que circulaba por la transitada avenida Juan B. Justo. El acto vandálico tuvo consecuencias graves, ya que un niño de siete años que viajaba a bordo del colectivo, acompañado por su padre, resultó herido.
El suceso tuvo lugar en la intersección de Juan B. Justo y Pehuajó. Según fuentes policiales, el agresor había mantenido una discusión previa con el conductor del autobús, perteneciente a la línea 542. En un arrebato de ira, el individuo lanzó una piedra que impactó contra una de las ventanillas del vehículo, rompiéndola y alcanzando al menor.
“Arrojó una piedra, rompió una ventanilla e hirió al menor”, confirmaron las autoridades policiales que intervinieron en el caso. La repentina agresión causó conmoción entre los pasajeros y generó una situación de pánico en el interior del colectivo.
A pesar de que las lesiones sufridas por el niño fueron catalogadas como superficiales, se decidió su traslado al Hospital Materno Infantil de la ciudad. Allí, el menor recibió atención médica y se realizaron las evaluaciones correspondientes para descartar cualquier complicación mayor. El objetivo principal era asegurar el bienestar del niño y brindarle el apoyo necesario tras el traumático episodio.
La fiscal de Flagrancia, María Isabel Sánchez, tomó cartas en el asunto y dispuso la apertura de una causa judicial por los delitos de daño y lesiones culposas. Sin embargo, la fiscal no consideró necesario dictar ninguna medida restrictiva de la libertad contra el agresor. Esta decisión generó controversia y debate en la comunidad, con opiniones divididas sobre la proporcionalidad de la respuesta judicial ante la gravedad del hecho.
Este incidente pone de manifiesto la problemática de la violencia urbana y la necesidad de fortalecer los mecanismos de seguridad y control en el transporte público. Además, subraya la importancia de promover una cultura de respeto y tolerancia para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.
Las autoridades competentes deberán llevar a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los motivos que llevaron al agresor a cometer este acto vandálico y determinar las responsabilidades correspondientes. Asimismo, se espera que se tomen medidas preventivas para garantizar la seguridad de los usuarios del transporte público y evitar que hechos similares vuelvan a ocurrir.
La comunidad marplatense se encuentra consternada por este suceso y exige justicia para el niño herido y su familia. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos deben ser una prioridad para las autoridades, quienes deben trabajar incansablemente para garantizar un entorno seguro y pacífico para todos.