En un movimiento que ha sorprendido a la industria automotriz argentina, Nissan ha cesado la producción de su popular pick-up Frontier en la planta de Santa Isabel, ubicada en la provincia de Córdoba. Esta decisión, efectiva desde el pasado jueves, marca el fin de la etapa industrial de la compañía en el país. La medida también impacta indirectamente a la Renault Alaskan, que compartía plataforma con la Frontier y cuya producción ya había sido descontinuada.
Si bien los planes iniciales apuntaban a mantener la producción hasta finales de 2025, Nissan optó por adelantar el cierre debido a una serie de desafíos financieros relacionados con deudas a proveedores. A partir de ahora, la Frontier destinada a toda Latinoamérica será fabricada en México. Inicialmente, la producción se concentrará en la planta de Civac, y a partir de 2027, se trasladará a la planta de Aguascalientes. Con este cambio, Nissan dejará de producir vehículos en Argentina, enfocándose en la importación de modelos para el mercado local.
La historia de la Frontier en Córdoba comenzó en 2018, cuando Nissan se unió al polo industrial de Renault. Durante estos años, la planta se dedicó a la exportación de camionetas a mercados clave como Brasil, Chile y Colombia. No obstante, los ajustes estratégicos a nivel global de la automotriz, enmarcados en un plan de reestructuración mundial, aceleraron la decisión de cerrar la línea de montaje local. Simultáneamente, Nissan está trabajando en una nueva versión de la Frontier, que promete mejoras significativas en tecnología y equipamiento, y que se espera sea presentada en 2026.
Esta nueva generación de la Frontier se fabricará exclusivamente en México, formando parte de una estrategia regional más concentrada y eficiente. A pesar de la partida de Nissan, la planta de Santa Isabel continuará operando bajo el control de Renault. En estas instalaciones, se mantendrá la producción de modelos como el Kangoo, Sandero, Logan y Stepway. Además, Renault tiene previsto fabricar una nueva pick-up compacta que será exportada a diversos países de la región, consolidando la presencia de la marca francesa en el mercado latinoamericano.
Este cambio de estrategia de Nissan representa un punto de inflexión para la industria automotriz argentina, poniendo de manifiesto la importancia de la competitividad y la adaptación a los cambios del mercado global. Si bien la producción local de la Frontier llega a su fin, la marca japonesa reafirma su compromiso con la región a través de la importación de vehículos y la inversión en nuevas tecnologías.
El futuro de la industria automotriz en Argentina dependerá de la capacidad de las empresas para adaptarse a los nuevos desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado regional. La decisión de Nissan es un claro ejemplo de cómo las estrategias globales pueden impactar en las operaciones locales, y subraya la necesidad de un entorno favorable para la inversión y el crecimiento del sector.