Ola de Inseguridad Azota Barrio Marplatense: Vecinos en Alerta Máxima

Un clima de tensión y preocupación se ha instalado en un barrio de Mar del Plata, donde los residentes denuncian una escalada de robos en los últimos días. A pesar de los esfuerzos vecinales por organizarse y establecer sistemas de alerta comunitaria, la delincuencia persiste, generando una sensación de vulnerabilidad e impotencia entre los habitantes.

Si bien la comunidad se había unido previamente para abordar incidentes aislados de inseguridad, la reciente ola de robos ha reavivado la inquietud y ha puesto a prueba la efectividad de las medidas preventivas implementadas. Los vecinos relatan que la situación se ha tornado insostenible, con robos que ocurren a plena luz del día y con una impunidad alarmante.

La modalidad delictiva más frecuente involucra a individuos que se desplazan en motocicletas, quienes circulan por las calles, e incluso por las aceras, en busca de vehículos que puedan ser sustraídos rápidamente. Las cámaras de seguridad de la zona han captado imágenes de estos delincuentes en acción, evidenciando la audacia y la falta de temor con la que operan.

Uno de los vecinos, identificado como Oscar y residente del barrio San Carlos, compartió su angustiosa experiencia. Relató que él y su esposa fueron víctimas de un intento de robo frente a su propia casa. Según su testimonio, los delincuentes llegaron a apuntarles con un arma en la cabeza. “Gracias a mi mujer que empezó a tocar bocina nos salvamos”, expresó con alivio, pero también con la consternación de haber vivido una situación tan extrema.

Oscar lamentó la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades. “El patrullero llegó y me preguntaron cómo era el tipo. Ya han hecho denuncias los vecinos, esto sigue sucediendo. Ayer se afanaron un auto a las cinco de la tarde”, denunció, evidenciando la frustración y la sensación de abandono que sienten los vecinos.

La problemática de la inseguridad en el barrio es un tema recurrente y motivo de gran preocupación para sus habitantes. A pesar de haber tomado medidas a su alcance, como la instalación de alarmas vecinales y el contacto constante con las autoridades policiales, los robos continúan ocurriendo, desafiando los esfuerzos de la comunidad por protegerse.

La presencia de patrulleros en la zona, aunque apreciada, no parece ser suficiente para disuadir a los delincuentes, quienes aprovechan cualquier oportunidad para cometer sus fechorías. La impunidad con la que operan los motochorros, sumada a la lentitud en la respuesta de las autoridades, genera una sensación de desamparo entre los vecinos, quienes se sienten cada vez más vulnerables y expuestos a la delincuencia.

La situación exige una respuesta integral y coordinada por parte de las autoridades policiales y gubernamentales. Es necesario reforzar la presencia policial en la zona, mejorar la iluminación de las calles, instalar más cámaras de seguridad y promover la participación ciudadana en la prevención del delito. Solo a través de un esfuerzo conjunto y sostenido se podrá devolver la tranquilidad y la seguridad a los vecinos de este barrio marplatense.