Ola de robos azota a comerciante en Mar del Plata por tercer día consecutivo

Una comerciante de Mar del Plata se encuentra devastada tras sufrir una serie de robos sin precedentes en su local, ubicado en la calle República del Líbano al 1500, casi esquina con Luro. En un lapso de tres días consecutivos, su negocio fue blanco de la delincuencia en repetidas ocasiones, dejando a la víctima en una situación de desesperación.

El primer incidente ocurrió en la madrugada del martes, cuando la propietaria fue alertada de que las rejas de su local habían sido violentadas y una parte significativa de su mercancía había sido sustraída. A pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad, reemplazando las rejas y colocando nuevos candados, los ladrones regresaron la noche siguiente, completando el vaciamiento del local. La comerciante, identificada como Mariana, relató con amargura cómo, tras el segundo robo, pensó que lo peor había pasado.

Sin embargo, la pesadilla no había terminado. Esta mañana, Mariana recibió un mensaje que la dejó atónita: su local había sido robado por tercera vez. Con incredulidad, confirmó que los delincuentes habían regresado para llevarse los espejos, el maniquí y las perchas, elementos que habían quedado en el local tras los robos anteriores. “Hoy se llevaron los espejos, el maniquí y las perchas”, declaró Mariana, describiendo cómo los ladrones se llevaron hasta los “esqueletos” del negocio, después de haberlo despojado de la mercancía.

La víctima expresó su frustración al señalar que ni siquiera la policía estaba al tanto del tercer robo cuando ella lo descubrió. La repetición de estos actos delictivos ha dejado a Mariana en un estado de profundo abatimiento. “Estoy destruida”, confesó, reflejando el impacto emocional y económico que estos incidentes han tenido en su vida y en su sustento.

Este incidente pone de manifiesto la creciente preocupación por la inseguridad que afecta a los comerciantes de la zona. La audacia de los delincuentes, que actuaron en tres días consecutivos, y la vulnerabilidad de los negocios ante este tipo de ataques, exigen una respuesta urgente y efectiva por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y la protección de los ciudadanos y sus propiedades.

La comunidad local se ha mostrado consternada por la situación que atraviesa Mariana, y se espera que este caso sirva como catalizador para implementar medidas de seguridad más robustas y para aumentar la presencia policial en la zona, con el objetivo de prevenir futuros robos y brindar tranquilidad a los comerciantes y residentes del barrio.

La historia de Mariana resuena como un llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer la seguridad y la protección de los negocios locales, pilares fundamentales de la economía y la vida comunitaria. La esperanza es que este incidente genere un cambio positivo y contribuya a crear un entorno más seguro y próspero para todos.