Octubre, el mes rosa, se erige como un faro de concientización sobre una causa vital: la prevención y detección temprana del cáncer de mama. En este contexto, la historia del grupo “Rosas del Mar” resplandece como un testimonio de fortaleza, coraje y la importancia de la detección oportuna. Estas mujeres, unidas por la experiencia del cáncer de mama, han convertido su lucha personal en una poderosa herramienta de inspiración y apoyo para otras.
Dos veces por semana, las Rosas del Mar se reúnen en la Laguna de los Padres para practicar remo. Pero su actividad va mucho más allá del deporte. Se han convertido en embajadoras de la salud, impartiendo charlas informativas y compartiendo su experiencia para motivar a otras mujeres, tanto en Mar del Plata como en otras ciudades, a través de las redes sociales.
Una anécdota compartida por una de las integrantes ilustra el impacto de su labor: “Una compañera de Buenos Aires me pregunta por redes: ‘¿Pero vos salís a caminar haciendo quimio?’”. Esta simple pregunta revela la incredulidad y, a la vez, la inspiración que generan estas mujeres. Su mensaje es claro: el deporte, la actividad física y una actitud positiva son pilares fundamentales para fortalecer la salud física y el bienestar emocional durante y después del tratamiento.
“Yo tomo la medicación, voy al médico y no me acuerdo que tengo cáncer”, afirma otra integrante, demostrando que, si bien la enfermedad es una realidad, no define su vida. Esta actitud proactiva y positiva es contagiosa y empodera a otras mujeres a tomar el control de su salud.
Mariana Gérez, reconocida conductora de Canal 10 y participante activa del grupo, enfatiza la individualidad de cada experiencia: “Cada tipo de cáncer de mama es diferente. A cada mujer la atraviesa de manera distinta. Siempre es un baldazo de agua fría”. Reconoce la dureza del diagnóstico, pero subraya la importancia del apoyo mutuo y la información precisa para afrontar el proceso.
El grupo Rosas del Mar no solo ofrece apoyo emocional, sino que también promueve activamente la importancia de los controles médicos regulares. Insisten en que la detección temprana es la clave para aumentar las posibilidades de curación y mejorar la calidad de vida de las pacientes.
Mirando hacia el futuro, las Rosas del Mar tienen un ambicioso objetivo para 2025: obtener un segundo bote propio para el equipo. Actualmente, se entrenan en el Club Atlantis bajo la dirección técnica de Román Palet. Si bien Ospesca les donó su primer bote, la demanda y el crecimiento del grupo hacen necesaria la adquisición de una nueva embarcación. Este nuevo bote simboliza no solo más remadas juntas, sino también más oportunidades para promover el deporte, la salud y la concientización sobre el cáncer de mama.
Las Rosas del Mar demuestran que un momento amargo puede transformarse en una oportunidad para inspirar y ayudar a otros. Su mensaje final es un llamado a la acción: “No hay que dejarse estar con los controles”. Este grupo de mujeres marplatenses no solo ha superado el cáncer de mama, sino que se ha convertido en un faro de esperanza y un ejemplo de resiliencia para toda la comunidad.