Jacarandá Aplasta Automóvil en Rosario: Un Milagro en Medio del Caos
En un incidente que pudo haber terminado en tragedia, un enorme jacarandá se desplomó sobre un vehículo en pleno centro de Rosario, generando conmoción y demostrando, una vez más, la imprevisibilidad de la naturaleza en entornos urbanos. El suceso ocurrió el pasado martes, poco después del mediodía, en la intersección de las calles San Juan y Moreno, cuando un Toyota Etios de color gris fue repentinamente aplastado por el árbol.
El impacto fue devastador. El capó, el parabrisas y el techo delantero del automóvil, del lado del conductor, sufrieron daños irreparables. La magnitud del golpe también provocó el derribo del cableado eléctrico de la cuadra, interrumpiendo el servicio de la línea K de transporte público durante aproximadamente dos horas.
A pesar de la violencia del impacto, las ocupantes del vehículo, una mujer y su madre, lograron salir ilesas por la puerta del acompañante. Fueron atendidas en el lugar por personal del Sies motorizado, quienes confirmaron su buen estado de salud. Sin embargo, el susto fue mayúsculo.
“Andábamos por la cuadra, y no llegamos a frenar que cayó el árbol encima de repente”, relató la conductora a una emisora de radio local. “Pudimos salir por la puerta del acompañante, la otra quedó trabada y por suerte a nosotras no nos pasó nada. Fue un susto muy grande. Pudo ser fatal. El auto quedó hecho trizas, y en ese momento la cuadra estaba llena de gente, pudo haber caído sobre alguien que iba caminando”.
La caída del árbol provocó el corte inmediato del tránsito vehicular en la zona, con desvíos por la calle Dorrego. También se interrumpió la circulación por Moreno a la altura de Mendoza. Al lugar acudieron agentes de Defensa Civil de Coem y efectivos policiales para coordinar las tareas de rescate y seguridad.
El jacarandá, de considerable tamaño, se extendió sobre la calle, con sus ramas principales sobre el parabrisas del vehículo y la copa apoyada sobre la vereda de enfrente. La escena reflejaba la fuerza descomunal de la naturaleza y la fragilidad de la infraestructura urbana ante eventos imprevistos.
Tras el incidente, personal de Protección Civil procedió a remover el árbol, mientras que el vehículo fue retirado de la calle y ubicado a un costado de la acera. Agentes de Semtur se encargaron de reparar los cables de la línea K, que permaneció fuera de servicio mientras se realizaban las tareas de reparación.
Gonzalo Ratner, referente de Defensa Civil, destacó la rápida respuesta de las áreas de control y la activación del protocolo de tránsito. “Aunque no resultó nadie herido, los daños son importantes en el vehículo y en el cableado”, señaló.
El incidente ha generado preocupación entre los vecinos de la zona, quienes señalan que el árbol presentaba signos de deterioro desde hacía tiempo. Un kiosquero de la cuadra relató que la noche anterior, un colectivero de la línea K tuvo que detenerse para desenredar los cables que se habían enredado con una rama del jacarandá que ya estaba parcialmente caída.
Una docente de la zona agregó que el árbol había sido golpeado por vehículos en varias ocasiones meses atrás, quedando visiblemente inclinado. “Hemos hecho denuncias y desde Parques y Paseos tomaron nota pero no vinieron a sacarlo”, lamentó.
Este incidente pone de manifiesto la necesidad de realizar inspecciones periódicas y mantenimiento preventivo del arbolado urbano, con el objetivo de evitar tragedias y garantizar la seguridad de los ciudadanos. La combinación de factores como el envejecimiento de los árboles, las condiciones climáticas adversas y la falta de mantenimiento adecuado pueden convertir un elemento natural en un peligro latente en el corazón de la ciudad.