Viviana Rivero, reconocida autora, nos sumerge en una nueva y fascinante historia con su novela Secretos de Sangre (Plaza & Janés, 2025). La trama se teje a partir de un hecho histórico poco conocido: el destino de más de mil marinos alemanes que, tras el hundimiento de sus navíos, quedaron internados en Argentina durante la Segunda Guerra Mundial. Lo que comenzó como un exilio aparentemente pacífico, con muchos formando familias y echando raíces en el país, se transformó en una pesadilla cuando Argentina declaró la guerra a Alemania. Estos hombres, de pronto, se encontraron convertidos en prisioneros y enviados de vuelta a su país, donde enfrentaron un juicio que definiría sus vidas.
La novela entrelaza este proceso histórico, marcado por la burocracia y la incertidumbre, con la saga de Amalia y Marthin Müller, personajes ya emblemáticos de la autora y conocidos por su adaptación en Netflix. Ahora, el nieto de esta pareja, un médico neoyorquino llamado Alex Müller, emerge como el nuevo protagonista, conectando el pasado con el presente en una búsqueda de la verdad y la identidad.
Dos Líneas Temporales, Una Herida Profunda
Secretos de Sangre se desarrolla en dos épocas distintas: 1944 y 2025. En el presente, Alex Müller, un médico argentino afincado en Nueva York, viaja a Buenos Aires para presentar un innovador avance médico. Sin embargo, su verdadera motivación es desentrañar el misterio que rodea a su abuelo, un diplomático alemán que encontró refugio en Argentina después de la Segunda Guerra Mundial. La trama se complica cuando Alex conoce a Coralina Carreño, una madre desesperada por encontrar una cura para la enfermedad de la piel que aflige a su hijo. Este encuentro no solo reafirma su vocación médica, sino que también despierta emociones que creía haber enterrado.
Mientras Alex investiga, el lector es transportado al pasado, a la época de la guerra. Allí, Amalia, una joven judía, vive un romance prohibido con Marthin Müller, el abuelo de Alex. Su historia se desarrolla en escenarios reales impregnados de historia y misterio: el Hotel Edén en La Falda y el Hotel Viena en Mar Chiquita, Córdoba. Estos lugares, envueltos en rumores sobre su supuesta conexión con el nazismo, se convierten en testigos silenciosos de pasiones, traiciones y decisiones que marcaron destinos.
Rivero destaca la importancia del Hotel Viena en la trama: “El Hotel Viena, en Córdoba, con su historia ligada al nazismo, es un escenario clave. En los años veinte ya funcionaba como centro de salud orgánica… El Tercer Reich lo consideraba un lugar ideal para tratar el estrés postraumático de sus soldados”.
El Poder de las Mujeres y la Metáfora de la Piel
Las mujeres desempeñan un papel fundamental en Secretos de Sangre. Son ellas quienes luchan incansablemente por recuperar a sus maridos, desafiando las convenciones sociales y abriendo camino como pioneras. Rivero, como escritora, siempre se ha sentido atraída por “rescatar a esas figuras que hicieron algo distinto, que rompieron moldes”.
La elección de un médico como protagonista no es casual. El tema de la piel se convierte en un símbolo recurrente a lo largo de la historia. “El año pasado, sufrí una urticaria sin causa aparente. Me hizo pensar en cómo la piel refleja lo que no decimos, cómo es el envoltorio del alma… Esa idea se convirtió en metáfora, en trama, en personaje”, explica Rivero.
La novela bélica, según la autora, permite llevar a los personajes “a últimas consecuencias”. En tiempos de guerra, las decisiones son determinantes y desafiantes, revelando la verdadera esencia de cada individuo.
Secretos de Sangre es mucho más que una novela histórica; es una exploración profunda de la memoria, la identidad y la capacidad humana para superar el dolor. A través de una prosa cautivadora, Viviana Rivero nos invita a mirar hacia atrás para comprender quiénes somos en el presente. Porque, a veces, la sanación solo es posible volviendo al origen. Con un ritmo narrativo ágil y una trama que entrelaza dos épocas y dos historias de amor, Secretos de Sangre nos sumerge en un universo de silencios, secretos y revelaciones, dejando en el lector la certeza de que el pasado nunca está completamente enterrado.