En un emotivo acto, Mar del Plata conmemoró el octavo aniversario del hundimiento del submarino ARA San Juan, honrando la memoria de sus 44 tripulantes. La ceremonia, cargada de simbolismo y respeto, tuvo lugar en el Museo del Comando de la Fuerza de Submarinos, situado en la Escollera Norte.
El homenaje fue presidido por el Almirante Carlos María Allievi, Jefe del Estado Mayor General de la Armada, y el Intendente Guillermo Montenegro, quienes estuvieron acompañados por familiares de los submarinistas, figuras centrales en este día de recuerdo y duelo. La presencia de las familias, cuyo dolor persiste a lo largo de los años, añadió una profunda carga emocional al evento.
La ceremonia contó con la asistencia del Vicealmirante Marcelo Flamini, Subjefe del Estado Mayor General de la Armada; el Contralmirante Marcelo Paternostro, Comandante del Área Naval Atlántica y Jefe de la Base Naval Mar del Plata; y el Capitán de Navío Pablo Garay, Comandante de la Fuerza de Submarinos. Asimismo, se hicieron presentes autoridades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, representantes de entidades locales, veteranos de la Guerra de las Malvinas y miembros de asociaciones de submarinistas, demostrando la unidad y el apoyo de la comunidad hacia la Armada y las familias de los héroes.
El acto solemne se inició con la interpretación del Himno Nacional Argentino, a cargo de la Banda de Música del Área Naval Atlántica, cuyas notas resonaron en el ambiente con solemnidad. Posteriormente, el Capitán Garay dirigió unas palabras en memoria de los marinos fallecidos, destacando su legado de valentía y sacrificio. “Su ejemplo es una brújula que aún nos orienta. Nos muestra el valor del sacrificio, del trabajo en equipo y de la entrega silenciosa”, afirmó Garay, resaltando la importancia de mantener viva la memoria de los tripulantes del ARA San Juan.
El Capitán Garay también dedicó un mensaje de apoyo y reconocimiento a las familias de los submarinistas, describiéndolas como “sostén de una ausencia que aún duele”. Sus palabras reflejaron la empatía y el respeto hacia quienes han soportado el peso de la pérdida durante estos ocho años.
Tras la invocación religiosa a cargo del Capellán Castrense David Ochoa, se procedió a la colocación de ofrendas florales al pie del monumento erigido en la Base Naval en memoria de los tripulantes del ARA San Juan. Este gesto simbólico representó un tributo a su valentía y dedicación al servicio de la patria.
El momento de mayor recogimiento fue el toque de silencio, un acto solemne que invitó a la reflexión y al recuerdo de los 44 submarinistas. El silencio, interrumpido únicamente por el sonido del clarín, llenó el espacio de emoción y respeto.
La ceremonia concluyó con la entonación de la Marcha de la Armada, un himno que celebra la historia y el espíritu de la Armada Argentina. En este día de conmemoración, familiares y camaradas se unieron para rendir homenaje a los 44 submarinistas que, como se dijo, permanecen en “patrulla eterna”, un símbolo de su compromiso y sacrificio por la nación.
Este homenaje anual sirve como un recordatorio constante de la importancia de la memoria y el reconocimiento hacia aquellos que dieron su vida por el país, reafirmando el compromiso de mantener vivo su legado y honrar su memoria.