La empresa Textilana S.A., un importante actor en la industria textil, ha anunciado una suspensión temporal de actividades productivas que afectará a una parte significativa de su fuerza laboral. Esta decisión, comunicada formalmente al Ministerio de Trabajo bonaerense, responde a un contexto económico desafiante que impacta directamente en el sector.
Específicamente, la medida implica la suspensión de 175 trabajadores, representando una porción considerable de la plantilla total de Textilana e Hilamar, estimada en alrededor de 250 empleados. La suspensión, según lo acordado tras intensas negociaciones, tendrá una duración de cuatro meses y medio, comenzando a partir del 16 de noviembre.
Inicialmente, la empresa había propuesto una suspensión de seis meses con una compensación salarial del 75% del salario neto, además del pago del aguinaldo fraccionado en tres cuotas. También se planteó la implementación de la polifuncionalidad, exigiendo a los empleados que continuaran trabajando la realización de diversas tareas. Sin embargo, tras una asamblea masiva donde los trabajadores expresaron sus preocupaciones, se lograron modificar algunas de las condiciones originales.
El acuerdo final establece que los trabajadores suspendidos recibirán el 78% de su salario neto durante el período de suspensión. Además, el aguinaldo se abonará en dos cuotas, con fechas de pago fijadas para el 28 de diciembre y el 8 de enero. Un punto crucial en el que los trabajadores lograron imponer su postura fue el rechazo absoluto a la implementación de la polifuncionalidad.
La Comisión Interna, representante de los trabajadores, ha expresado su profunda preocupación por la situación, argumentando que los empleados no son responsables de la disminución en el consumo interno ni de la creciente competencia generada por las importaciones, factores que están afectando severamente a la industria textil en su conjunto. Asimismo, destacaron que, a pesar de los despidos y retiros voluntarios previos, el personal ha mantenido un alto nivel de productividad, mientras que la empresa cuenta con un considerable stock de productos terminados.
Existe una creciente inquietud entre los trabajadores sobre la posibilidad de que la empresa esté anticipando una futura reforma laboral que permita la contratación de personal bajo condiciones laborales más flexibles y menos favorables. La Comisión Interna ha manifestado que, una vez más, los trabajadores se ven perjudicados por las políticas gubernamentales y las decisiones empresariales que impactan negativamente en sus condiciones de vida y laborales.
La situación en Textilana es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria textil argentina en un contexto de incertidumbre económica y cambios en las políticas comerciales. El futuro de la empresa y sus trabajadores dependerá de la capacidad de adaptación y de las medidas que se implementen para superar las dificultades actuales.