Aunque la situación demandaba una alta dosis de adrenalina, Guillermo Farré se presentó ante los medios con una serenidad palpable. La satisfacción era evidente, pero más allá de la euforia, predominaba una sensación de alivio profundo. Haber cumplido con la misión encomendada hace apenas un par de meses le genera un inmenso orgullo, un logro que atribuye directamente a sus jugadores. Desde su llegada, el equipo experimentó una transformación notable, cosechando 6 victorias en 9 partidos, revirtiendo lo que parecía una tarea casi imposible.
“La verdad es que haber alcanzado el objetivo de la manera en que se logró me produce una sensación de plenitud tremenda”, confesó Farré. “Es como quitarme de encima un peso enorme que sentía desde hace dos meses y medio, una presión considerable debido a la complejidad del objetivo. En este momento, solo experimento una gran satisfacción interna.”
Analizando el partido decisivo, Farré comentó: “Fue un encuentro muy duro, muy complejo. No pudimos desarrollar nuestro juego como pretendíamos, especialmente en el primer tiempo. En el segundo, la simple idea de perder lo que aún no era nuestro generó cierta contención en los jugadores. Tras el gol del rival, cuando vimos que se nos escapaba lo que tanto habíamos cuidado, el equipo se soltó. Encontramos el empate rápidamente y ahí se abrió el juego, tal como lo habíamos previsto, aprovechando las transiciones rápidas ante un rival expuesto.”
Farré enfatizó que los verdaderos artífices de este logro son los futbolistas. “Lo que más valoramos a lo largo de este proceso es la importancia del plantel en su conjunto, no solo de los que juegan, sino también de los que están fuera. Cuando las cosas no van bien, es común que los suplentes piensen que deberían jugar, o que sientan que tienen la oportunidad porque el equipo no gana. Pero se generó una química, una dinámica interna donde todos comenzaron a remar en la misma dirección. Dejamos de enfocarnos en lo negativo y valoramos el hecho de que todos eran importantes. Juegan once, pero el resto aporta cuando le toca entrar, y eso no es una excepción. En todos los partidos que hemos jugado, todos han sido partícipes. Siempre valoro y pido al suplente que esté expectante, porque a veces los partidos no los ganan los titulares, sino los suplentes.”
Respecto al futuro, Farré se mostró cauto pero optimista. “El tema del objetivo cumplido estaba sobre la mesa como condición para continuar. Seguramente charlaremos, hablaremos. Me encantó el ambiente de fiesta que se vivió hoy en Mar del Plata. Es muy lindo ver a un club en Primera División, un evento de gran importancia a nivel nacional que moviliza mucha pasión en muchas ciudades. Sería muy bueno que la convocatoria de hoy se repita en todos los partidos del año que viene, porque eso permitiría al club crecer, invertir de una manera diferente y aspirar a lograr mejores resultados en Primera División. Me encantaría contar con todo este apoyo en cada partido el año que viene, porque sin duda sería mucho más beneficioso para alcanzar objetivos deportivos importantes.”