Una mujer denunció a un masajista de Cinco Saltos, en la provincia de Neuquén, por haberle manoseado los pechos sin consentimiento durante una sesión descontracturante en un centro médico. La víctima relató que estaba acostada boca arriba, vestida únicamente con el corpiño en la zona del torso y cubierta con un toallón cuando el profesional inició los movimientos de frotamiento habituales. Según su testimonio, el hombre pasó de la zona de las clavículas a tocarle los senos por debajo de la prenda. También aseguró que llegó a tocarle los labios mientras le decía que actuaba así “debido a la tensión que tenía”.
La paciente afirmó que quedó “en shock” e inmóvil hasta que logró advertirle que no regresaría por lo sucedido. El especialista respondió: “Qué lástima porque pensé que lo estaba haciendo bien y que te iba a ver bien, porque parece que no te sentís bien”, tras lo cual ella abandonó el consultorio. El episodio ocurrió el 14 de abril del año pasado, poco después del mediodía. La señora radicó la denuncia y en noviembre la Fiscalía formuló cargos contra el acusado, identificado como LGM, por “abuso sexual simple”.

La acusación fiscal sostuvo que el ataque se produjo en un contexto de “violencia de género” debido a la asimetría de poder entre un profesional de la salud y una paciente vulnerable. En mayo de este año, a LGM se le concedió la suspensión de juicio a prueba por un año, bajo pautas como el pago de una reparación económica de 1.600 dólares. También debía mantener domicilio, evitar el consumo de alcohol y drogas, cumplir una prohibición de acercamiento y presentarse cada dos meses ante el Juzgado de Paz de Cinco Saltos.
En una audiencia reciente, el defensor oficial Rodrigo Martínez pidió el sobreseimiento al considerar cumplidas todas las reglas de la probation. La fiscal adjunta Judith Saccomandi coincidió con el planteo y la jueza Rita Lucía aceptó el pedido de ambas partes. En su resolución, destacó la falta de controversia entre la Fiscalía y la Defensa y el cumplimiento de las condiciones impuestas. Finalmente declaró que el proceso “no afectó el buen nombre y honor gozados con anterioridad” por el masajista, tal como establece el Código Penal rionegrino.