El 3 de junio marca el décimo aniversario de la primera movilización masiva bajo la consigna “Ni Una Menos” en Argentina, un grito colectivo que resonó en todo el país y transformó el panorama de la lucha contra la violencia de género. Aquella primera marcha no solo visibilizó el alarmante aumento de femicidios, sino que también catalizó un movimiento feminista que continúa exigiendo justicia y políticas públicas efectivas.
La chispa que encendió la indignación colectiva fue el brutal asesinato de Chiara Páez. Su caso, lamentablemente, no era aislado, sino un reflejo de una problemática profundamente arraigada en la sociedad. La respuesta fue contundente: miles de personas tomaron las calles, dando inicio a una nueva etapa de activismo y concientización.
En Mar del Plata, la movilización fue especialmente significativa, congregando a una multitud en la emblemática avenida Luro. Desde entonces, la ciudad ha mantenido viva la llama de “Ni Una Menos”, con marchas anuales que recuerdan la urgencia de erradicar la violencia machista.
Sin embargo, las cifras siguen siendo escalofriantes. Según datos recientes, en lo que va del año, se han registrado 109 femicidios en todo el país. Además, la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de la Nación ha recibido miles de denuncias, evidenciando la magnitud del problema. La referente Laura Hochberg denuncia la falta de presupuesto destinado a la prevención y asistencia a las víctimas, contrastando con el gasto en otras áreas.
A pesar de los avances logrados en términos de visibilización y concientización, las organizaciones feministas señalan que aún queda mucho por hacer. Infraestructuras clave, como el Hogar de Medio Camino, siguen esperando refacciones y ampliaciones, mientras las promesas oficiales no se materializan.
María Elena Gutiérrez, otra referente del movimiento, destaca que, si bien los números siguen siendo alarmantes, un logro fundamental ha sido el empoderamiento de las mujeres. Cada vez más víctimas se animan a romper el silencio, a buscar ayuda y a denunciar las situaciones de violencia que sufren. Este paso, aunque difícil y arriesgado, es crucial para construir una sociedad más justa y segura.
La movilización central en Mar del Plata está programada para el martes 3 de junio, con un punto de encuentro en Luro y Mitre. Además de la marcha, se llevarán a cabo intervenciones artísticas y actividades de concientización. Las organizaciones también invitan a sumarse a la marcha de los jubilados el miércoles, poniendo el foco en la situación de las adultas mayores.