La historia de Ivana es un relato escalofriante de acoso, violencia y terror. Lo que comenzó como una relación sentimental que llegó a su fin hace más de un año, se transformó en una pesadilla constante alimentada por la obsesión de su ex-pareja, Antonio Eduardo Proietto. Los rechazos reiterados a retomar el vínculo, las denuncias por hostigamiento, cientos de llamadas telefónicas desde números desconocidos, el hackeo de sus redes sociales, todo fue escalando hasta un punto de no retorno: un ataque brutal contra su padre.
El pasado viernes por la noche, Proietto, de 31 años, irrumpió en la vivienda familiar ubicada en el barrio Jorge Newbery, tras enterarse de una nueva denuncia en su contra por violar las restricciones de acercamiento. Según testigos, pateó el portón de la casa y exigió ver a Ivana, gritando: “Su hija es mía y se va conmigo”. David, el padre de Ivana, intentó defender a su hija, pero Proietto lo arrastró fuera de la casa. Las cámaras de seguridad de los vecinos captaron la brutal agresión que siguió.
El ataque dejó a David gravemente herido, con múltiples puñaladas en el tórax y las piernas, requiriendo dos intervenciones quirúrgicas de urgencia en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Un joven de 25 años que intentó auxiliarlo también sufrió un corte en la mano. Proietto, tras cometer el ataque, se dio a la fuga y actualmente se encuentra prófugo de la justicia.
La fiscal Florencia Salas ha calificado el hecho como homicidio en grado de tentativa y lesiones, solicitando la captura inmediata de Proietto.
“Vivo un verdadero infierno”
Ivana, de 30 años, describe su vida como un “verdadero infierno” desde que decidió poner fin a su relación de seis años con Proietto. “Hace un año que me separé. Él se había ido a Brasil por unos meses, y cuando volvió empezó a insistir para que volviéramos, pero le dije que no”, relata Ivana.
Tras la separación, Ivana regresó a la casa de sus padres junto a sus dos hijos. Aunque mantuvieron algunas conversaciones esporádicas, Ivana siempre fue clara en que la relación había terminado. “Él salió un tiempo con una chica, pero cuando yo empecé a salir con alguien, comenzó a hostigarme”, recuerda.
Hace tres meses, la situación escaló a un nivel aún más peligroso. “Me mandó un mensaje diciendo que yo no iba a salir a ningún lado y vino a mi casa. Salí y subí al auto para explicarle de nuevo, y ahí trabó el coche y me puso un arma en la cabeza mientras me decía que le dijera el nombre de la persona con la que salía”, describe Ivana con visible angustia.
Durante cuarenta minutos, Ivana vivió un infierno dentro de su propio coche, sufriendo lastimaduras en las manos y el cuello. La pesadilla terminó cuando Proietto la dejó bajar del vehículo y disparó varias veces al suelo. Tras este incidente, Ivana presentó una denuncia y solicitó una restricción perimetral, pero el acoso no cesó.
Desde entonces, Ivana ha sido víctima del hackeo de sus redes sociales, y su familia ha recibido innumerables llamadas telefónicas con amenazas constantes. “Molestaba a todo el mundo, decía que yo tenía que estar con él. Cuando fui a denunciarlo de nuevo, entró a las patadas a la casa buscando un celular, y allí se produjo el ataque a mi padre”, cuenta Ivana con la voz entrecortada.
A pesar de contar con un botón antipánico y rondines policiales ocasionales, Ivana vive con el temor constante de que Proietto regrese. “Es un infierno. Salgo a hablar porque muchas veces es la única manera de que se actúe más rápido. Por eso quiero dar a conocer todo lo que sufro”, concluye Ivana, con la esperanza de que su testimonio pueda acelerar la captura de su acosador y proteger a su familia.