La Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) se enfrenta a un período de intensa agitación laboral, con anuncios de paros tanto por parte del personal docente como del no docente. Estas medidas de fuerza, impulsadas por reclamos salariales y la exigencia del cumplimiento de la Ley de Financiamiento Universitario, amenazan con interrumpir el normal funcionamiento de la institución.
El gremio docente, nucleado en ADUM (Asociación de Docentes de la Universidad de Mar del Plata), ha convocado a un paro de 72 horas que se extenderá a lo largo de tres días: 12, 13 y 14 de noviembre. Esta decisión, tomada en respuesta a la falta de convocatoria a paritarias y la necesidad urgente de que se aplique la Ley de Financiamiento Universitario, se enmarca dentro de un plan de lucha a nivel nacional impulsado por la federación CONADU.
Pedro Sanllorenti, secretario general de ADUM, informó que la medida fue adoptada tras una consulta a nivel nacional que involucró a más de 30 asociaciones de base. En un gesto de consideración hacia los estudiantes, se ha decidido que durante los días de paro no se verán afectadas las mesas de examen de fin de año. Asimismo, la federación CONADU planea llevar a cabo una acción de protesta frente al Ministerio de Educación, en la que participarán diversas organizaciones del sector.
Desde ADUM se advierte que, en caso de no obtener respuestas satisfactorias a sus reclamos, el inicio del ciclo lectivo 2026 podría verse signado por nuevas medidas de protesta, coordinadas con las demás federaciones docentes. La incertidumbre sobre el financiamiento universitario y las condiciones laborales persiste, generando un clima de tensión en la comunidad académica.
Por su parte, el gremio APU (Asociación del Personal Universitario), que representa al personal no docente de la UNMdP, ha anunciado un paro total de actividades que tendrá lugar todos los lunes, comenzando el 10 de noviembre. Esta medida se mantendrá de forma indefinida, hasta que el Gobierno nacional cumpla con la Ley de Financiamiento Universitario o presente una propuesta salarial que satisfaga las demandas del sector.
Además de los paros semanales, APU ha programado jornadas de visibilización cada jueves, bajo el lema “Que se aplique la Ley de Financiamiento Universitario”. Estas jornadas buscan concientizar a la comunidad sobre la importancia del financiamiento adecuado para el funcionamiento de la universidad pública. El gremio también ha solicitado una reunión con las nuevas autoridades de la UNMdP, con el objetivo de abordar temas pendientes y buscar soluciones conjuntas.
En esencia, ambos gremios coinciden en que la escasez de recursos y la constante pérdida del poder adquisitivo de los salarios ponen en grave riesgo el funcionamiento de la universidad pública y las condiciones laborales de quienes la sostienen día a día. La falta de respuestas por parte de las autoridades competentes ha llevado a la escalada de las medidas de fuerza, generando preocupación e incertidumbre en toda la comunidad universitaria.
La situación en la UNMdP refleja un problema más amplio que afecta a las universidades públicas de todo el país. La falta de financiamiento adecuado y la depreciación de los salarios docentes y no docentes impactan directamente en la calidad de la educación y la investigación, poniendo en jaque el futuro de la universidad pública como motor de desarrollo social y económico.
El desenlace de este conflicto laboral dependerá de la voluntad de las autoridades para dialogar y encontrar soluciones que garanticen el financiamiento adecuado de la universidad pública y la dignificación de las condiciones laborales de sus trabajadores. La comunidad universitaria permanece atenta al desarrollo de los acontecimientos, con la esperanza de que se alcance un acuerdo que permita superar esta crisis y asegurar el futuro de la UNMdP.