Una noche de viernes cargada de tensión se vivió en el centro de la ciudad cuando dos edificios, ubicados a escasas cuadras de distancia, fueron evacuados de manera preventiva tras recibir sendas amenazas de bomba. La situación generó un importante despliegue de seguridad y la interrupción del tránsito en la zona.
El primer incidente tuvo lugar en un edificio de la calle Santa Fe al 2100, entre Colón y Bolívar. Una llamada al número de emergencias 911 alertó sobre la posible presencia de un artefacto explosivo en la terraza del inmueble. Ante la gravedad de la situación, las autoridades activaron el protocolo de seguridad, procediendo a la evacuación total del edificio y al acordonamiento de la zona.
Efectivos policiales, junto con personal especializado de Defensa Civil, se hicieron presentes en el lugar para evaluar la amenaza y garantizar la seguridad de los residentes y transeúntes. Como medida de precaución, se interrumpió el tránsito vehicular hasta la calle Moreno, impidiendo el acceso de vehículos y peatones al área afectada.
Tras una exhaustiva inspección del edificio, que se extendió hasta pasadas las 23:45 horas, los equipos de seguridad confirmaron que no había explosivos en el lugar. Los residentes pudieron regresar a sus hogares, aliviados tras la tensa espera.
Casi simultáneamente, otra amenaza de bomba movilizó al Gabinete de Explosivos a un edificio ubicado en la calle San Martín al 2100, a pocas cuadras del primer incidente. Siguiendo el protocolo establecido, se procedió a la evacuación del edificio, afectando a más de 50 vecinos que debieron abandonar sus departamentos en medio de la incertidumbre y el temor.
Afortunadamente, tras la inspección del segundo edificio, también se descartó la presencia de explosivos. Los vecinos pudieron regresar a sus hogares, poniendo fin a una noche de sobresalto y preocupación.
Si bien las amenazas resultaron ser falsas alarmas, las autoridades recalcan la importancia de tomar en serio este tipo de avisos y activar los protocolos de seguridad correspondientes para proteger la integridad de la ciudadanía. La investigación para determinar el origen de las llamadas se encuentra en curso.