La búsqueda de justicia en torno al fallecimiento de Diego Armando Maradona ha tomado un giro inesperado. El Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de San Isidro, a cargo de los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, ha decretado la nulidad del juicio que investigaba las circunstancias de su muerte, revirtiendo significativamente el curso del proceso legal.
Esta decisión, que devuelve el caso a la etapa inicial, se produce tras dos meses de audiencias y la declaración de más de 40 testigos. El detonante de esta anulación fue la recusación de la jueza Julieta Makintach, motivada por la revelación de su participación en la producción de un documental sobre el caso, sin el consentimiento de todas las partes involucradas. Ante esta situación, los jueces Savarino y Di Tommaso, conformando un tribunal incompleto, consideraron insostenible la continuidad del juicio.
La lectura del dictamen se llevó a cabo en un ambiente cargado de tensión, con la presencia de los siete imputados y los familiares de Maradona. Dalma, Gianinna y Jana Maradona, junto a Verónica Ojeda, representando a Dieguito Fernando, presenciaron la escena, mostrando visiblemente su consternación y tristeza ante la noticia.
El juez Savarino fue contundente al señalar la responsabilidad de la jueza Makintach en la anulación del juicio. Afirmó que su participación en el documental comprometía la imparcialidad necesaria en el proceso judicial. “Todos tienen derecho a ser juzgados por un tribunal imparcial”, declaró Savarino, subrayando que, en su opinión, la actuación de la jueza Makintach había vulnerado esta garantía fundamental.
Esta anulación implica un revés significativo en la búsqueda de respuestas sobre la muerte de Maradona, obligando a reiniciar el proceso judicial. La incertidumbre sobre el futuro del caso persiste, mientras la familia y los seguidores del astro argentino continúan exigiendo justicia y transparencia en la investigación.